Siete días de cine
Con “2012”, de Roland Emmerich,  se acabó el mundo, se acabó el cine

<STRONG>Siete días de cine<BR></STRONG>Con “2012”, de Roland Emmerich,  se acabó el mundo, se acabó el cine

Ese desastre titulado “2012” pudiera ser doblemente profético. Por una parte tenemos las tradiciones mayas que nos hablaban de que en el 2012 el mundo se iba a acabar.

Por otra parte tenemos esta serie de “clavos” que casi nos aseguran el exterminio absoluto del cine de calidad, al menos dentro de los parámetros que entendíamos a las películas surgidas de Hollywood, capaces de entretenernos pero, a la vez, de poseer ciertos criterios estéticos que, en muchas ocasiones, eran más que loables.

Si de veras el mundo se acaba en el “2012”, con o sin la nueva venida de Cristo, lo primero que agradeceríamos sería que se destruyeran todas las copias de esta barbaridad dirigida por ese experto en disparates llamado Roland Emmerich, un individuo sin escrúpulos capaz de dirigir todo tipo de barrabasadas y de exterminar la Tierra en cada una de sus películas.

Si cosas como “Independence day”, “Godzila” o “The day after tomorrow” resultaban horrendas, este “2012” es aún mucho peor, pues se trata de repetir algo terrible. Lo suyo es puro circo: asustar a la audiencia y despertar en ese público primarias emociones como las experimentadas al estar en lo alto de una montaña rusa. Su fórmula es harto conocida. Se busca a un reparto formado por actores profesionales, algunos muy buenos, y, después de ofrecerles una suma cuantiosa de dólares, se les pone a hacer el ridículo y a recitar los diálogos más cursis, inverosímiles y vergonzosos que imaginarse pueda. Hay maneras de hacer cine malo que sea incluso divertido, pero el de Emmerich  es un cine aburrido, degradante y tonto. Atibórrense de efectos especiales y compren su ticket para ver con antelación el gran Apocalipsis.

Sabemos que, después de la tragedia de las torres gemelas, se creó una especie de psicosis en Norteamérica y que el cine refleja la sociedad en la que se vive, pero esto ya lo supo entender el Peter Jackson de “King Kong” respetando a su audiencia. Aquellas películas baratas de los 50’ donde llegaron a destacarse algunas como “El día que paralizaron la Tierra”, tenían una razón de ser y expresaban la angustia, todavía presente, de las bombas arrojadas en Hiroshima y Nagasaki.

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El director

Roland Emmerich

Coincidiendo con el estreno de  “2012”, en torno a las catástrofes naturales que asolarán a la Tierra de aquí a tres años según el calendario Maya, su director Roland Emmerich ha revelado que desea realizar dos secuelas de “Independence Day”, la película sobre una invasión alienígena que dirigió en 1996 y que ha sido su mayor éxito de taquilla hasta el momento.  “ID4-Ever” (juego de palabras que haría referencia a la siglas de “Independence Day” y a “para siempre”), quizás Parte I y II. Sólo faltaría  el sí de Will Smith para empezar a rodar la cinta.

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