Siete días de cine
Conductas impropias, tema que vincula los estrenos de la  semana

<STRONG>Siete días de cine<BR></STRONG>Conductas impropias, tema que vincula los estrenos de la  semana

Al parecer ese es el tema que tiene que ver con  los dos estrenos de esta semana. En “Obsesiva”, una copia al carbón de “Atracción fatal” tendremos a la rubia obsesionada con su moreno (y el color de la piel es lo único que ha cambiado en “El objeto del deseo” que, en esta oportunidad pasa a ser un morenazo ejecutivo de una importante firma comercial, antítesis física del paliducho Michael Douglas).

En “Un par nada ejemplar” (Role models) tendremos a este par de individuos que, pasados los treinta años, y debido a una infracción a la ley, son condenados a cumplir con un servicio a la comunidad de más de cien horas, teniendo que servir de ejemplo con su conducta, a los adolescentes.

Afortunadamente, esta última película ha sido recibida con muy buenos comentarios por la crítica del Norte, todo lo contrario de “Obsessed” que no sólo carece de originalidad, aproximándose peligrosamente al plagio, sino que además resulta vergonzosa y ridícula.

Pero, si no se deciden por ninguna de las dos, todavía están a tiempo de pasar un rato delicioso con la película “Up”, una de las mejores cintas de animación que recordamos haber visto en toda nuestra vida de cinéfilos.

“Obsesiva”.  Título original: “Obsessed”. Director: Steve Shill. Intérpretes: Idris Elba, Beyonce Knowles, Ali Larter, Jerry O’Connell, Bonnie Perlman y Christine Lahti.

Cuando nadie creía en otras capacidades de Clint Eastwood que no fueran las de haberse convertido en una estrella de la boletería, el actor se colocó tras las cámaras y convenció al mundo de su talento con un debut como director más que promisorio.

“Obsesión mortal” (Play Misty for Me) fue un gran éxito y su argumento se repitió, años después, y casi punto por punto, en “Atracción fatal”.

Ahora, ese Hollywood, tan poco original, hace una copia de copia en “Obsessed” con algunos “cambios”: el protagonista es negro y su esposa también aunque, como estamos en época de Obama, la mala, malísima, la rubia ninfómana, es blanca, blanquísima y rubia.

Eso no importaría demasiado si, por alguna parte, se sintiera la calidad.

Pero nada… Cuando no pensamos en “Atracción fatal”, viene a nuestra mente “La mano que mece la cuna” y, si el filme iba por mal camino, en las últimas escenas es cuando de veras se alcanza el “clímax” de lo ridículo.

No negamos que nos hipnotizamos ante la pantalla y, boquiabiertos, disfrutamos de este desastre fílmico hasta el final.

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