Siete días de cine
Teatro, “Transformers” y fantasmas, son las opciones

<STRONG>Siete días de cine<BR></STRONG>Teatro, “Transformers” y fantasmas, son las opciones

Si contáramos las horas de nuestra vida que  hemos perdido viendo películas malas, “clavos” y disparates, nos sorprenderíamos.

Lástima que resulte imposible recuperar todo lo que desperdiciamos.

Pensamos en eso mientras nos preparamos a asistir a las salas de cine con el propósito de ver los dos estrenos de esta semana: “Transformers: la venganza de los caídos” y “Los fantasmas de mis ex novias”.

Nos sentimos como si nos aguardase  la guillotina o la cámara de gas.

Tantas cosas que hacer… Tantas cosas que ver… Tantos libros que leer y nosotros allí, soportando una película, para colmo, bien larga, de Michael Bay que, si acertó con la original, fue por pura casualidad de contar con un guión que se burlaba del público y de todos aquellos robots y artefactos de chatarra.

Por si la tortura de “Transformers” no fuera suficiente, después nos espera Matthew McConaughey con el asunto ese de los “Fantasmas” que suena como si le hubieran cambiado la esencia y el sentido al “Cuento de Navidad” de Dickens para convertirlo en un disparate como el noventa por ciento de lo que Hollywood produce hoy en día.

De ahí que nosotros no podamos recomendarles nada de lo que ahora se estrena en las carteleras.

El teatro.  Sin embargo, nos queda el teatro.

No es cierto que, una vez terminado el Festival Internacional, por muy exitoso que haya sido, todo se ha acabado. Hay que mantener en alto la afición.

Hay que apoyar lo nuestro. Y, si en el cine todavía estamos en pañales, sobre las tablas nos hemos graduado con honores, principalmente en lo que se refiere a las adaptaciones de Broadway. Por ahí se acerca “El graduado” dirigida por Iván García y que adapta la película de Mike Nichols y se ha retenido, con toda justicia, a “Hairspray” en el  Teatro Nacional.

“Hairspray”

Nos enorgullece

Ni la versión original, aquella que dirigía John Waters con la inmortal “Divine”, ni la musical, basada en aquella y con Travolta haciendo de mujer, tuvieron mucho éxito en nuestras salas y se reservaron a una minoría. Sin embargo, Nuryn Sanlley echó adelante y se arriesgó para ofrecernos un espectáculo que nos enorgullece con un reparto extraordinario, una escenografía de primera y una coreografía impecable. Fíjense en Javier Grullón y comprobarán que, a veces es cierto el refrán: “De tal palo… tal astilla”.

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