Baní.- Transcurridos siete días de la muerte de dos mujeres y el tío de una de estas en  hechos violentos ocurridos los día 1 y 2 de este mes, todavía las comisiones formadas por la jefatura de la Policía Nacional y la Procuraduría General de la República, no han hecho público conocimiento el resultado de sus investigaciones  donde se  establecería el nivel de responsabilidad que tuvieron los  agentes policiales y el fiscal adjunto que condujeron a una de las detenidas a la escena del crimen donde murieron dos personas por heridas de armas de fuero.

El triple crimen ocurrido en el barrio El Fundo de la zona norte de Bani, fue un acontecimiento que llevó luto y dolor a la familia banileja, con las muertes de María Altagracia Avalo Díaz de 23 años, asesinada de 13 puñaladas por la menor Karina Lara de 16 años, quién fue ultimada de varios disparos por  Zacarías Díaz, alias Cunín, de 51 años, tío de María Avalo, éste último abatido por una patrulla de la Policía, adscritos a la Dirección Regional Sur Central, con sede en la ciudad de Bani.

Con relación a esos sucesos la jefatura de la Policía Nacional designó a los generales Valentín Rosado Vicioso, inspector general, y  Héctor García Cuevas, director nacional de Investigaciones Criminales (Dicrim), en tanto que la Procuraduría General designó al Procurador Adjunto Juan Amado Cedano Santana, encargado de los fiscales del país; al procurador  de la corte de apelación de San Cristóbal, Jesús María Fernández  Vélez, y al procurador fiscal de Peravia, Robert Lugo.

El magistrado Cedano Santana, en sus primeras declaraciones a la prensa dijo que “todavía no pueden dar  a conocer ninguna información al respecto, apenas iniciamos y estamos  haciendo un levantamiento de informaciones puntuales sobre los hechos acaecidos en la ciudad de Bani, por lo que estamos analizando y buscando el rol de participación de los que se encontraban en la escena de los crímenes».

En torno a estos hechos violentos han sido investigados los fiscales adjuntos Feliz Sánchez, de Atención Permanente; Miguel Cuevas, quien condujo a la menor Karina Lara al lugar de las dos últimas  víctimas, y  Odesty Luna Percel, del  departamento de Niñas, Niños y Adolescentes.

Con respecto a la actuación de los agentes policiales, ha trascendido que tres de ellos están detenidos en la dotación de la institución en esta ciudad, sin que sus nombres hayan sido dados a conocer a la prensa.

Estos hechos dieron lugar para que el  senador de la provincia Peravia, Wilton Guerrero,  denunciara que  esas muertes se debieron a actos de «negligencia» por parte  de miembros del Ministerio Público y de la Policía Nacional,  quienes llevaron a la menor Karina Lara de 16 años, cerca de la casa donde residen los familiares de la joven María Altagracia Avalo Díaz de 23 años, quién había sido asesinada de varias puñaladas por Karina.

La  primera de las  muertas, María Altagracia Avalo Arias, se produjo en  hora de la noche del domingo primero de enero en plena calle Luis Marcano, próximo al  colmadon Arcoíris, desde donde  se originó un pleito entre la  víctima y la menor Karina Lara,  donde ésta la ultimó de 12 heridas de arma blanca con una sevillana que portaba.

Tan pronto  cometió el  hecho de sangre, Lara emprendió la huida siendo  apresada por agentes policiales en horas de la mañana del lunes mientras se desplazaba en una pasola por la calle Duarte de la ciudad que  la condujeron hacia la dotación de la institución.

Fue en esas circunstancias cuando tanto el fiscal adjunto Miguel Cuevas y los agentes policiales,  decidieron buscar  en la vivienda de la detenida el arma blanca con la que Karina Lara asesinó a María Arias Avalo,  ubicada en el mismo barrio donde convivían las tres víctimas.

Ese fue el escenario escogido por Zacarías  Arias Peguero, alias Cunin, de 51 años, tío de Arias Avalo,  para asesinar de varios disparos a la menor Karina Lara quien se encontraba en el interior de un vehículo policial estacionado justo frente a su residencia y quien para cometer este crimen   uso un arma de fuego, cuyos detalles no han sido dados a conocer por las autoridades judiciales ni policiales.  

Ha  trascendido que una vez cometió el crimen, Arias Peguero tiró el arma de fuego al suelo y levantó las  manos  en señal de entrega a las autoridades,  circunstancias en las que los agentes policiales dispararon contra él logrando herirlo en la nuca y la espalda, muriendo luego en momentos en que era trasladado en una ambulancia  hacia un centro de salud  del Distrito Nacional.

El sanador Guerrero ha denunciado que el Ministerio Publico  de esta ciudad no prestó  la debida colaboración a  la Policía Nacional cuando esta institución había solicitado una orden para el cierre  del colmadon Arcoíris debido a que el viernes 30 de diciembre pasado fueron apresados tres menores de edad en dicho establecimiento, quienes fueron puestos en libertad posteriormente y el negocio no fue cerrado, dando lugar más luego a la tragedia..