SIETE PALABRAS
Contra  injusticias, Gobierno, empresas y la prensa

<P>SIETE PALABRAS<BR>Contra  injusticias, Gobierno, empresas y la prensa</P>

Al enfocar  problemas que abaten a la sociedad,  oradores  de  Viernes Santo  recriminan amplios sectores, incluyendo  a medios de comunicación.

Sacerdotes y diáconos, al  interpretar  el Sermón de las Siete Palabras pronunciadas por Jesús en la Cruz, coincidieron en denunciar los males sociales que afectan al país, criticaron  al Gobierno, a los empresarios, a la prensa, a los políticos, a los médicos, a   las prestadoras de servicios de salud y a la sociedad en general.

Igualmente cuestionaron que en el país impere la  corrupción, la inequidad judicial, la delincuencia, la inseguridad ciudadana, la paternidad irresponsable y la falta de recursos para la educación.

Los sacerdotes extrapolaron las frases bíblicas en un acto religioso efectuado el pasado Viernes Santo, en la Catedral Primada de América.

En la primera palabra, “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” el padre Tulio Cordero  se refiere a las humillaciones que sufrió Jesús previo a su muerte en la cruz del Calvario y a la gran muestra de misericordia que tuvo en ese momento para el pueblo que desconoció su obrar.

Sin embargo, extrapolando esa bondadosa expresión a los días actuales se hizo varios cuestionamientos sobre si realmente se debe pedir perdón para los causantes de los grandes males sociales como los que hieren, roban y quitan la vida a sus semejantes, los que usurpan las riquezas del país y especulan con los precios.

Segunda palabra.  De su lado, el padre Antonio Lluberes, al comentar la segunda palabra “De cierto te digo: hoy estarás conmigo en el Paraiso”, recordó que esa es una firme invitación a comenzar de nuevo.   Expresó que también quiere decir que Jesús ofrece un paraíso a aquellos que actúan y hacen el bien, que tiene recompensa, da méritos y reconocimiento, no solo a los ojos de Dios, sino también a los ojos de los hombres.

Tercera Palabra.  “Mujer, ahí tienes a tu hijo… Hijo, ahí tienes a tu madre”. El sacerdote Faustino Asencio tomó esta palabra para señalar la condición en que se encuentran muchos dominicanos, por la precariedad en la educación y en la alimentación que reciben.

“Madre, ahí tienes a tu hijo metido en drogas, consumiéndolas y traficándolas. Preso injustamente y con unos jueces que se venden por dinero, con unos abogados que demuestran la inocencia del culpable usando trampa y haciendo chanchullo”, expresó.

Madre, ahí tienes a tu hijo “con miedo a salir a las calles por los delincuentes, los cuales encuentran su apoyo en el cuerdo del orden armado.

El sacerdote también utilizó la Tercera  Palabra para referirse a la realidad de los policías dominicanos.

“Madre, ahí tienes a tu hijo siendo un policía con un sueldo paupérrimo pero también desacreditado por unos cuantos que aprovechan la circunstancia de su posición para atracar, robar, pedir peaje y hasta formar bandas de delincuentes.

Al referirse al complemento de esta frase, “Hijo ahí tienes a tu madre” dice que “ahí la tienes como una anciana sin derecho a la seguridad social, sólo porque las Administradoras de Riesgos de Salud tienen una política de exclusión a los que ellos creen que les serán un problema”.

“Ahí tienes a tu madre acosada, discriminada por el machismo, maltratada por sus esposos e insultada por tus hermanos”.     

Cuarta palabra.   “¡Dios mío! ¿Porqué me has abandonado?”.   Fray Frankely Rodríguez  dijo que hoy como ayer Jesús ha vuelto a ser crucificado por la ambición, la avaricia, por el abandono de tantos niños y jóvenes que no tienen acceso a la educación y porque no se destinan los recursos necesarios para las escuelas, al tiempo que criticó la paternidad irresponsable.

Jesús sufre y a la vez grita viendo a la República Dominicana llena de inseguridad, llena de delincuencia, robos y atracos frente a  unas autoridades  “que se hacen de la vista gorda”.

Señaló que Jesús lamenta y grita por tantos ancianos trabajando todos los días y parte de la noche y otros abandonados en las calles después de haber pagado tantos impuestos en este país y al final de su vida no pueden descansar ni morir en paz.

El sacerdote agregó que en este país todos los días del año se habla de política, “Jesús muere hoy por nosotros, para que no hayan tantos políticos mentirosos.

Jesús alza la voz al padre al ver tantos funcionarios y funcionarias que no tienen mucho dinero al llegar al puesto político y  a los pocos meses ya hablan de millones, todo esto con el dinero de los predilectos de Jesús, que son los más pobres.

Quinta Palabra.  “Tengo Sed”. En su comentario, el sacerdote Bienvenido Colón   dijo que ese grito de sed de Jesús no fue puntual, ya que sigue resonando a lo largo de la historia de la humanidad, en donde abunda mucha gente que se siente explotada, abusada e impotente para remediar su situación y que está sedienta de que se haga justicia.

Agregó que la humanidad tiene sed de paz, de armonía, en medio de un mundo que cada día se torna más violento y agresivo y que parece deshumanizarse y amenaza con imperar la ley del más fuerte.

Deploró la sed de poder, de  venganza y la sed insaciable de dinero, “siendo capaces inclusive de renunciar a la honestidad a su dignidad, traicionando su propia conciencia”.

Cuestionan a medios comunicación

El sacerdote Gregorio Santana,  al comentar  la sexta palabra “Todo está consumado”, dijo que en el país enfrentamos el desafío de una sociedad plural en sus formas, pero intolerante y conservadora hasta “los tuétanos”.

Criticó a los medios y comunicadores que están privados de un auténtico ejercicio libre de ese desempeño social. “La autocensura domina  a no pocos creadores de opinión cuando se trata de afectar los intereses de grupos económicos que se comportan como verdaderos dueños del país”.

Indicó que la libertad de expresión y de prensa sólo parecen ser entendidas para el ámbito de la administración pública, porque en la práctica los medios y muchos de sus comunicadores están privados de un auténtico ejercicio libre.

Expresó que  un solo grupo económico desborda de publicidad casi todos los medios, mientras las empresas de servicios de telecomunicaciones y bancarias hacen perder a los ciudadanos  en una maraña de tecnicismos que utilizan en los contratos que suscriben para algunos servicios y terminan sintiéndose burlados y estafados.

Denunció que las dos terceras partes de la población urbana sufre un vía crucis de engaños y de maltratos por los llamados colmadones  y otros negocios de expendio de bebidas, que se destacan por el ruido ensordecedor y desorden generalizado. “Y constatamos como protagonista y mayor beneficiario de este desorden urbano-social sin dudas un producto de una de las principales empresas productoras de bebidas alcohólicas opuesta a una regulación seria de esos negocios.

Con la séptima palabra,  “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu”, el   diácono Benito Moreno  afirmó que dos mil años después el escenario donde Jesús termina su  obra sigue siendo similar, con jueces que a liberan los culpables y los inocentes continúan penando en las cárceles. “Los gobernantes tienen más dificultades pues no solo tienen que responder a los poderes extranjeros,  sino que tienen que emplear  recursos para mantener en armonía la sociedad y en equilibrio los diversos intereses”.

Zoom

Sobre Jesús

Desde el púlpito de la Catedral, los sacerdotes Tulio Cordero, Antonio Lluberes, Faustino Plansencio, Gregorio Santana, Bienvenido Colón, Fray Frankely Rodríguez y el diácono Benito Moreno Santana pronunciaron el Sermón  de las Siete Palabras y enfocaron además aspectos religiosos sobre la pasión y muerte de Jesús de las cuales algunos señalaron las burlas y humillaciones  que precedieron a la crucifixión de Jesús.

El padre Tulio Cordero  se refiere a las humillaciones que sufrió Jesús previo a su muerte en la cruz del Calvario y a la gran muestra de misericordia que tuvo en ese momento para el pueblo que desconoció su obrar. Sin embargo, extrapolando esa bondadosa expresión a los días actuales se hizo varios cuestionamientos sobre si realmente se debe pedir perdón para los causantes de los grandes males sociales como los que hieren, roban y quitan la vida a sus semejantes; los que usurpan las riquezas del país, especulan con los precios y juegan con la comida de los desposeídos o los que cobran sueldos sin trabajar. Fray Frankely Rodríguez,  dijo que hoy como ayer Jesús ha vuelto a ser crucificado por la ambición, la avaricia, por el abandono de tantos niños y jóvenes que no tienen acceso a la educación y porque no se destinan los recursos necesarios para las escuelas,  criticó a los padres irresponsables.

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