Ankara, (EFE).- Siete rebeldes kurdos murieron en el sur de Turquía, junto a la frontera con Siria, en un enfrentamiento armado con las fuerzas de seguridad del país, informó hoy la agencia de noticias Anadolu.  

Se trata del incidente con el mayor número de víctimas desde que el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) levantara, el 28 de febrero pasado, el alto el fuego que había declarado de forma unilateral.  

Según la agencia oficial Anadolu, que no precisó cuando ocurrieron los hechos, un grupo de rebeldes kurdos que pudo entrar en Turquía desde Siria fue descubierto por equipos de la gendarmería en áreas rurales en torno a Hassa, una aldea de la provincia de Hatay, en el sur del país, colindante con el país vecino.  

Cuando intentaron detener al grupo de terroristas, éstos respondieron con fuego y “se desató un enfrentamiento armado” en el que siete rebeldes fueron abatidos, explicó la fuente.  

Los cuerpos de las víctimas fueron transportados al Hospital Estatal de Hassa, mientras que las fuerzas de seguridad turcas continúan buscando al resto del grupo en la región.  

El PKK, considerado una organización terrorista por Turquía, la Unión Europea y Estados Unidos, había declarado en agosto de 2010 su octavo alto el fuego.  

Pero el 28 de febrero, en un comunicado publicado desde su base en el norte de Irak, anunció el levantamiento de esa tregua tras acusar al gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista moderado) del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, de no hacer nada para solucionar la cuestión kurda.  

El PKK se levantó en armas en 1984, autoproclamándose representante de los cerca de 12 millones de kurdos que viven en Turquía.  

 Desde entonces cerca de 45.000 personas han resultado muertas en una guerra no declarada entre los rebeldes del PKK y las fuerzas de seguridad turcas. EFE