Muchísimas personas desconocen el porqué expresamos la palabra estrenar en Año Nuevo. Por lo regular, lo acostumbramos cuando nos ponemos ropa nueva al comenzar el mes de enero.

Estrena es una palabra que su nacimiento se debió a una leyenda pagana romana.

Ocurrió en el año 744 antes de Cristo, Cuando Tacio, rey de los Sabinos, con sabiduría pudo lograr unir su pueblo al de Rómulo, el de los romanos, un primero de enero.

Para ello, hizo el llamado al otro país, para que se reunieran en un encuentro que se efectuó en el amanecer de un nuevo año.

Entonces, los romanos enviaron una selección de delegados especiales para ir a recibir al monarca, y en el transcurso del viaje se detuvieron a descansar en un pequeño bosque, que quedaba en la mitad de los dos países.

Allí, encontraron los árboles consagrados a la diosa «Estrena», los que esta nación desde hacía centurias los tenían como símbolo de la fuerza. Por ello, los embajadores de Rómulo le desprendieron ramas de ellos, y al despertar el alba se los llevaron a los sabinos, ofreciéndoselas simbólicamente, por lo cual aquellos al recibirlas agradecieron con satisfacción esta entrega histórica.

Así, por primera vez en la historia de la humanidad, fue que con las ramas de «Estrena» se unieron dos naciones.

Esta costumbre la siguieron ofreciendo los romanos, y a dicho ramo le llamaron «Aguinaldo», que, en realidad, entonces pasó a ser el regalo que se intercambiaban al comienzo de cada año.

Sin embargo, en la época de Augusto y de Virgilio, se cambió esta práctica, y los obsequios se hacía con objetos de delicado valor para con ellos demostrar más cariño personal.

Pero llegado el siglo VIII, de nuestra era, en Francia hubo el verdadero auge de estos regalos, pero cuando más la vanidad de los varones de la nobleza hizo sus demostraciones fue en el reinado de la Pompadour, en el cual las damas recibieron los más finos y caros presentes.

En cambio, para los franceses, el nombre de la diosa «Estrena», procedía de la palabra «etrennes», que significa aguinaldo, pero más tarde, esto pasó a ser el verbo castellano estrenar, que como costumbre se dió a conocer en todo el Viejo Mundo.

En realidad, ya no se usaba cuando tenía que llevarse un regalo al comienzo de cada año, sino como nombre que significaba la vestimenta nueva que se ponían, tanto hombres como mujeres, para exhibirla en esa fecha.

Así, cuando se descubrió el Nuevo Mundo, esa costumbre de vestirse así ese día, la trajeron los españoles, la cual continuó hasta nuestros días, y se extendió en todas las demás naciones conquistadas por ellos.

La nuestra fue la primera de todas, y desde entonces se ha convertido en algo verdaderamente tradicional, estrenar el primer día de cada año.