Hoy 
Continuaba ayer crítica la situación de los pacientes trasplantados y los que son dializados en el hospital Salvador B. Gautier, por lo que miembros de la Fundación pro Ayuda a los Trasplantados pidió del gobierno una rápida intervención.
Hector Acosta, presidente interino de la fundación, demandó respeto por la vida de los pacientes asegurados y clamó sensibilidad de los funcionarios ante tal situación.
El problema se ha agudizado por la falta de recursos económicos, pues aunque llegaron hace unos días unos 200 equipos de diálisis, más de 125 personas que ya fueron trasplantadas podrían ver revertido su proceso de curación.
La suerte de los pacientes renales sigue dependiendo de que el Gobierno entregue un subsidio al Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS).
Las autoridades están pidiendo RD$50 millones de pesos para crear el desequilibrio que ha creado la entrada en vigencia del Seguro de Riesgos Laborales, el cual aunque ha generado dinero, esos fondos no pueden ser tocados.
La situación de esos pacientes es cada vez más crítica. Las personas que se atienden en el Gautier reciben servicios que son pagados, pues son asegurados por sus empresas.
Los pacientes se siguen descompensando (descontrolados por falta de medicamentos y material para diálisis), mientras empeoran los que han sido trasplantados.
El desembolso de los RD$50 millones de pesos, es un subsidio que debe dar el Gobierno al Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) y que está contemplada en el artículo 168 de la Ley de Seguridad Social.
Nueva vez los enfermos pedían al Gobierno que no los deje morir por falta de medicamentos. Sus rostros, sus piernas y el abdomen de esos enfermos lucían alteradas.
La crisis que enfrentan los pacientes con trasplantes y deficiencias renales es por falta de recursos económicos, por lo que la decisión es de gerencia.
La edematización (hinchazón) de los pacientes era más evidentes los signos de edematización (hinchazón).
Los principales medicamentos que usan los trasplantados son
Celcep, Cicloporina y Prograf.
Un filtro cuesta RD$800 pesos, una línea RD$375 pesos y los bajantes RD$20 pesos, recursos que en su mayoría no disponen los pacientes pobres que padecen una enfermedad crónica.
