El juicio contra los cuatro acusados de integrar una supuesta mafia a lo interno de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe), dedicada a extorsionar a contratistas, inicia la ruta hacia su conclusión.
Por el caso se acusa a los exempleados de la Oisoe Alejandro de los Santos y Joel Soriano, a los que la Procuraduría Especializada en Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), le imputa usar sus puestos para obtener beneficios extorsionando y presionando a los contratistas que ganaban las obras para edificaciones escolares.
También a Julio Pérez Alejo, el hombre del maletín, y Juan Ernesto Romero.
Ayer el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional inició con la escucha de testigos, que fue suspendida por lo avanzado de la hora, y continuará el próximo miércoles.
Uno de los testigos a cargo escuchados fue Carlos Montilla, cuñado del arquitecto David Rodríguez, que se habría suicidado en la sede de la Oisoe, supuestamente ahogado por las deudas, quien explicó al tribunal el manejo que este tuvo en la obra y las sesiones de crédito que firmó.
El juicio inicia la ruta hacia la conclusión, sin que otras empresas señaladas como que otorgaron sesiones de crédito al suicida arquitecto, sean llamadas, según explicó abogado Félix Damián Olivares, que representa a Romero Pérez.