Sigue presión contra policía de Londres

Sigue presión contra policía de Londres

LONDRES (AP).- Dos importantes funcionarios de Brasil se reunieron el lunes con la policía de Londres para intentar descubrir cómo y por qué los agentes de seguridad dispararon y mataron a un joven brasileño que fue confundido con un atacante suicida.

De esta forma continúa la fuerte presión sobre la Policía Metropolitana de Londres y su jefe, el comisionado Ian Blair, por las fallas que llevaron a la muerte de Jean Charles Menezes hace un mes.

«Estamos aquí para ver cómo marcha la investigación», expresó Wagner Goncalves, el viceprocurador general del país, que llegó junto a Marcio Pereira, un importante funcionario del ministerio de Justicia brasileño.

Cuando le preguntaron si tenía temores de que hubiera algún encubrimiento en el caso, Goncalves respondió: «No».

Los funcionarios brasileños esperaban también reunirse con representantes del gobierno y con los miembros de una comisión independiente que investiga la muerte de Menezes.

La muerte de Menezes ha dominado los informes de la prensa británica en los últimos días, y lo mismo sucedió el lunes, cuando unas 100 personas realizaron una vigilia en honor a la víctima frente al edificio donde vive y trabaja el primer ministro Tony Blair.

«Estoy aquí hoy porque creo en la verdad, y no necesitamos que la policía nos diga mentiras», expresó Jyoti Sidhe, un estudiante de 26 años que sostenía un afiche pidiendo la renuncia del comisionado policial. «Necesitamos poder confiar en las cosas que nos dice la policía».

La madre de Menezes, María, declaró el lunes a la British Broadcasting Corp que quiere que los policías que dispararon a su hijo sean sancionados.

«Terminaron no sólo con la vida de mi hijo sino también con la mía», expresó desde Brasil, donde junto a su esposo Matzinhos da Silva, asistió a una misa en honor a su hijo en la pequeña población donde había nacido.

Policías encubiertos siguieron a Menezes hasta un tren subterráneo y le dispararon siete veces en la cabeza y una en el hombro el 22 de julio, un día después de los fallidos ataques al sistema de transporte londinense.

Dos semanas antes, otros ataques similares mataron a 52 personas y a los cuatro presuntos atacantes suicidas.

La semana pasada surgieron nuevos informes que parecían contradecir las aseveraciones iniciales de que Menezes había levantado sospechas al vestir un abrigo y escapar corriendo de la policía.

El comisionado de la policía ha insistido en que la policía ha asumido toda la responsabilidad por lo que sucedió y ha prometido permanecer en su puesto a pesar de las crecientes críticas. El domingo fue respaldado por la oficina del primer ministro Tony Blair y el viceprimer ministro John Prescott, a cargo mientras el primer ministro se encuentra de vacaciones en Barbados.

Mientras tanto, el secretario del Interior británico Charles Clarke defendió una serie de medidas nuevas que se están presentando para reforzar la seguridad tras los ataques dinamiteros.

Las medidas facilitan al gobierno la expulsión de extremistas, la prohibición de plegarias que incitan al odio y el cierre de mezquitas que alientan la violencia.

«Debemos proteger la tradición de la tolerancia que hemos establecido en este país», escribió Clarke en un editorial del diario Evening Standard.

Clarke no efectuó comentarios sobre la muerte de Menezes, que ha dominado los informes de prensa en los últimos días.

Los funcionarios brasileños, en tanto, se reunieron con el comisionado adjunto de la Policía Metropolitana John Yates y otros funcionarios, dijo la policía. Se negaron a efectuar declaraciones sobre informes que indicaban que el comisionado Ian Blair no se reuniría con los brasileños.

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