BAGDAD (AFP) – Unas veinte personas murieron este viernes en Irak en diversos ataques, incluyendo a un representante del gran ayatolá Alí Sistani, que fue asesinado con dos colaboradores cuando se dirigía a orar en el centro de Bagdad.

«El jeque Kamal el Din al Ghoreifi, uno de los principales representantes del ayatolá en Bagdad fue asesinado», afirmó la oficina del dignatario religioso en la ciudad santa de Najaf (170 km al sur de Bagdad).

El ataque se produjo hacia las 12H40 locales (08H40 GMT), cuando desconocidos dispararon contra el convoy del representante de Sistani, Samir al-Baghdadi, según la misma fuente, que agregó que dos de sus guardaespaldas murieron.

No fue posible obtener comentarios alguno de la oficina de Sistani, el más influyente de los líderes religiosos chiítas de Irak, que en las elecciones del 30 de enero apoyó la victoriosa lista de la Alianza Iraquí Unificada.

Al oeste de Bagdad un atentado suicida con coche bomba causó un muerto cerca de una sede del partido chiíta Dawa, del primer ministro iraquí Ibrahim Jaafari, indicó el ministerio de Defensa.

En el centro de la capital, varios hombres armados se introdujeron en la mezquita sunita Saad ibn Abi Waqqas, en el centro de Bagdad, y secuestraron a su imán, el jeque Amer Takriti, según la misma fuente, mientras que en el este de la capital un trabajador civil del ministerio de Defensa murió cuando asaltantes dispararon contra él desde un coche, según el ministerio.

En otras partes del país catorce personas fallecieron en diversos ataques y quince resultaron heridas.

Siete personas, cinco de ellas policías y dos soldados, murieron y otras once resultaron heridas en tres ataques en el norte del país.

Por su parte, en Mosul, 370 km al norte de Bagdad, un realizador de la televisión pública iraquí al Iraqia fue secuestrado y asesinado.

«Jaled Sabih al Attar, de 43 años, realizador de un programa de la cadena en Mosul, fue secuestrado antes de la oración del viernes en el norte, y su cuerpo fue encontrado horas más tarde en el oeste de la ciudad», afirmó Ghazi Fayçal, director de la cadena en Mosul.

Según cifras de los ministerios del Interior y de la Defensa, las acciones violentas de guerrilla en el mes de junio costaron la vida a 430 iraquíes, 266 de ellos civiles, lo que supone una baja del 36% con respecto a mayo.

El número de heridos llegó a 933, cifra que representa una baja del 20%.

Estas cifras no tienen en cuenta a los soldados estadounidenses muertos en junio, que fueron al menos 75, según el Pentágono.

En total, 160 ataques, 53 de ellos con coche bomba, fueron contabilizados en todo el país.

En mayo 672 iraquíes fueron muertos por la guerrilla, un 19% más que el abril, lo que había marcado un aumento por segundo mes consecutivo.

Cifras oficiales publicadas el viernes, señalan que 171 rebeldes murieron y 1.521 fueron detenidos en junio en 42 incursiones de la fuerzas del orden iraquíes y del ejército estadounidense.

Según la organización no gubernamental Iraq Body Count, más de 10.000 civiles han muerto desde que los estadounidenses traspasaron el poder a un gobierno provisional iraquí hace un año.

El mes de junio estuvo marcado por una serie de ofensivas de envergadura contra la guerrilla iraquí.

Una de ellas, la Operación Relámpago, sigue movilizando a 40.000 soldados y policías iraquíes, así como a varios miles de soldados norteamericanos en la capital y sus alrededores.

En el marco de la última operación lanzada, llamada «Espada», mil soldados estadounidenses asociados a militares iraquíes persiguen desde hace tres días a rebeldes y combatientes extranjeros en un sector de la provincia de Al Anbar, a lo largo del río Eufrates, entre Haditha e Hit (260 y 150 km al noroeste de la capital).