Washington. EFE. Las autoridades de Joplin, en Misuri, se afanaban ayer en buscar supervivientes entre los escombros tras el paso de un devastador tornado que destruyó buena parte de la ciudad y causó la muerte de al menos 116 personas.  

El gobernador de Misuri, Jay Nixon, informó que se han contabilizado 116 personas muertas -la cifra anterior era de 89-.   “Estamos esperanzados en que aun podemos salvar vidas”, dijo ayer en una conferencia de prensa tras una larga jornada de rescate de víctimas, en la que se encontró con vida a siete personas que estaban sepultadas bajo los escombros.  

El tornado golpeó este domingo con precisión viviendas y edificios del centro de la ciudad, entre ellos un hospital que quedó prácticamente en ruinas.

Se trata, según algunos medios, del tornado más destructivo que se ha registrado en Estados Unidos desde la década de los años 50.

Durante el fin de semana un frente de tormentas y tornados ha asolado varios estados del medio oeste estadounidense, como Misuri, Kansas, Oklahoma y Wisconsin, y se espera que prosiga avanzando en las próximas horas.   Pero el tornado más devastador es el que sufrió la localidad de Joplin, de unos 50,000 habitantes. A su paso por el casco urbano dejó una franja de destrucción de 9 kilómetros de largo y uno de ancho.  

En su camino, se encontró con el Centro Médico Regional St. John’s, cuyo personal apenas tuvo tiempo para movilizar a los pacientes a los pasillos antes de que el viento destrozara cientos de ventanas.  

Los pacientes fueron luego evacuados a otros hospitales de la región, dijo Cora Stott, portavoz de un hospital de Springfield, ubicado en el estado de Misuri.

La cifra

400 pacientes.   El personal médico  atendió ayer en la madrugada a casi 400 pacientes.