Hoy 
BAGDAD (EFE).- El centro de Bagdad volvió ayer a ser escenario de duros combates entre marines norteamericanos y grupos de insurgentes, que culminaron con el arresto de un supuesto líder rebelde y de varios sospechosos.
Mientras, el grupo del supuesto terrorista Abu Musab al-Zarqawi colgó su enésimo comunicado en internet, esta vez para anunciar el asesinato de una agente de los nuevos servicios secretos de Irak.
El Ministerio iraquí de Interior explicó que las escaramuzas estallaron en plena calle Haifa, bastión de la insurgencia en el corazón de la capital y punto de partida de numerosos ataques contra la denominada «zona verde», el fortín que acoge las embajadas de EEUU y el Reino Unido, además de varias sedes del Gobierno interino.
«En una de las áreas registradas fue apresado un dirigente terrorista que trataba de camuflarse con ropa de una mujer», explicó a la prensa el coronel Mohamed Abdulah, miembro de la Guardia Nacional iraquí, fuerza que también participó en el operativo.
El sospechoso, identificado como Kazim al-Dafan, es considerado uno de los principales líderes vecinales de la calle Haifa, y se le atribuye la planificación de varios ataques con coche bomba, explicó el oficial iraquí.
Durante la operación fueron arrestadas otras cinco personas, y se decomisó gran cantidad de municiones, explosivos y armas escondidas en una fosa del vecino cementerio «jeque Omar», añadió el coronel Abdulah.
Ni las fuentes iraquíes ni los militares estadounidenses indicaron si los combates causaron víctimas.
Horas después, el grupo «Tauhid ual Yihad», presuntamente liderado por Al-Zarqawi, principal amenaza terrorista en Irak, reveló el asesinato de una supuesta agente de los nuevos servicios secretos iraquíes.
«Durante la noche (del lunes), los combatientes islámicos capturaron a Nadia Abdul Wahab Matlak, miembro de los apóstatas servicios secretos iraquíes, y le fue aplicado el juicio divino», explicó el grupo en una nota divulgada a través del sitio de internet www.alezah.com/vb/
«Otros tres compañeros suyos fueron apresados», agrega la nota, cuya autenticidad no ha sido confirmada.
También esta madrugada en Bagdad, helicópteros artillados de EEUU atacaron un vehículo sospechoso que se desplazaba por una de las calles de «Ciudad al-Sadr», el suburbio capitalino de mayoría chií fiel al clérigo rebelde Muqtada al-Sadr.
Según el mando militar norteamericano en Bagdad, tras el impacto se sucedieron una serie de estallidos consecutivos, hecho que permite sospechar que transitaba cargado de armas o material explosivo.
«El automóvil fue alcanzado y destruido en un área abierta, alejada de inmuebles y personas», explicó a los periodistas el capitán Brian O»Malley, portavoz de la Primera Brigada de Combate de la Policía Militar estadounidense.
Fuentes del hospital municipal de «Ciudad al-Sadr» indicaron, por su parte, que una persona había ingresado muerta y otra herida de consideración.
En otro incidente, al menos dos iraquíes murieron y cuatro fueron heridos al ser alcanzados por una granada de mano lanzada por desconocidos contra una tienda de campaña instalada en una carretera del sur de Bagdad.
Las víctimas eran fieles chiíes que se disponían a peregrinar a la ciudad santa de Kerbala, a unos 80 kilómetros al sur de la capital.
El mando militar norteamericano también reveló hoy que soldados apostados en un puesto de control mataron a un civil iraquí, al parecer porque no detuvo su vehículo cuando se le dio el alto cerca de la localidad de Baquba, 60 kilómetros al norte de Irak.
Más al norte de la capital, en la ciudad septentrional de Mosul, al menos seis soldados estadounidenses resultaron heridos al explotar un coche bomba al paso del convoy en que viajaban, informaron fuentes militares estadounidenses.
El ataque se produjo en la noche del martes, y cinco de los seis soldados han podido volver a sus obligaciones tras ser atendidos por sus heridas, añadieron las fuentes.
Mosul, donde convive una conflictiva mezcla de árabes, kurdos y turcomanos, es considerada una plaza fuerte de los insurgentes iraquíes partidarios del antiguo régimen de Sadam Husein. EFE
