Siguen combates en calles Faluya

Siguen combates en calles Faluya

BAGDAD (EFE).- Tropas norteamericanas y rebeldes iraquíes continuaron ayer sus enfrentamientos en las calles de Faluya, al oeste de Bagdad y donde la población civil que continúa en la ciudad no recibe desde hace una semana ayuda humanitaria.

   Según fuentes de grupos de auxilio, en el bastión rebelde suní permanecen unas 100.000 personas que no abandonaron sus viviendas cuando se inició la ofensiva norteamericana y cuyas condiciones de supervivencia es cada vez más preocupante.

   Habitantes de la ciudad contactados por teléfono satélite relataron que carecen de agua y electricidad y que sus reservas de comida están llegando a su fin.

   Ningún convoy de ayuda ha podido entrar en Faluya desde el comienzo, el lunes, de las operaciones armadas.

   Una caravana de siete camiones de la Cruz Roja con suministros de primera necesidad fue detenida hoy por las fuerzas estadounidenses cerca de un puente sobre el río Eufrates que sirve de puerta de entrada al núcleo urbano.

   Según fuentes militares norteamericanas, el bloqueo fue decretado para garantizar la seguridad del convoy ante la continuación de los combates en la ciudad.

   De acuerdo con versiones citadas por cadenas de televisiones árabes, la decisión respondería en realidad al temor de que los insurgentes se hicieran con los suministros.

   Testigos citados por las fuentes aseguraron que la situación en los hospitales de Faluya es de extrema precariedad, al haberse agotado los medicamentos.

   Precisaron que bastantes edificios están en ruinas y que muchos cadáveres yacen en las calles.

   Según la versión facilitada por el Ejército estadounidense, en la ofensiva han muerto al menos 1.200 insurgentes, 31 soldados norteamericanos y siete guardias iraquíes.

   Al poco de que fuentes oficiales iraquíes dijeran que los choques armados habían concluido, la información era desmentida por el secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, y portavoces militares estadounidenses afirmaban que los rebeldes se han replegado, pero sin abandonar las armas.

   Fuentes de la insurgencia en Faluya redujeron, no obstante, a un centenar las perdidas humanas entre la rebelión.

   Un hombre que se identificó como Abu Tiba Al Taie aseguró a la cadena de televisión qatarí Al Yazira que «los medios de comunicación están exagerando las cifras de muertos» en las filas de los insurgentes, en las que aseveró que únicamente se habían producido cien bajas.

   «Los medios (estadounidenses) están fuera de la ciudad, así como los del (primer ministro, Iyad) Alaui» dijo para garantizar la veracidad de sus declaraciones, tras revelar que «fuertes batallas se libran aún» en la localidad.

   En paralelo, unidades de elite iraquíes, apoyadas por soldados de EEUU, comenzaron hoy recuperar el control de la ciudad de Mosul, a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad y que amenazaba con convertirse en una «segunda Faluya».

   Los militares iraquíes llegados a Mosul en las últimas 48 horas han tomado al asalto dos de las seis comisarías en que grupos de hombres armados se habían hecho fuertes desde el jueves pasado.

   Según afirmó un portavoz norteamericano en Mosul, la ciudad «no se convertirá en una segunda Faluya».

   También la situación seguía siendo volátil en la capital iraquí, donde una explosión de origen desconocido sacudió al final de la tarde el hotel Bagdad, en pleno centro de la mancha urbana, informaron a EFE fuentes policiales.

   El capitán de la Policía Naldon Hasan explicó que a las 19:00 hora local (16:00 GMT) se escuchó una fuerte explosión en el establecimiento, ubicado en la céntrica calle Saadun, pero que se desconoce si causó víctimas.

   La buena noticia del día fue la liberación de dos mujeres de la familia del primer ministro iraquí, Iyad Alauí, por parte del grupo islamista que las mantenía secuestradas.

   Las liberadas son la mujer y la nuera de un primo del jefe de Gobierno, Gazhi Alauí, que sigue en manos del grupo secuestrador.

   Los tres fueron capturados al día siguiente de iniciarse hace una semana el asalto final de las tropas norteamericanas y las fuerzas de seguridad iraquíes contra Faluya.

   Los secuestradores amenazaron con asesinarlos si en 48 horas no se detenía esa ofensiva.

   La fuente no precisó en que condiciones se produjo la liberación de las dos mujeres ni sí habían recuperado la libertad a cambio de algún compromiso.

   Decenas de iraquíes y extranjeros continúan en manos de grupos secuestradores en Irak, donde el conocido como el fenómeno de los rehenes ha tomado en ocasiones una deriva chantajista. EFE

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