SAN JOSÉ (EFE).- El presidente de Costa Rica, Abel Pacheco, dijo ayer ser víctima de una persecución tras las críticas de la prensa local por recibir varios obsequios. «Aquí hay una persecución notoria en contra de este servidor», declaró Pacheco durante una rueda de prensa en Casa Presidencial.

Las críticas, formuladas por los diarios «La Nación» y «Al Día» comenzaron el 14 de mayo cuando Pacheco realizó un viaje privado a la República Dominicana y participó en la inauguración del lujoso club turístico «Cap Cana».

El presidente, quien viajó invitado por la familia Hazoury, co-propietaria del club, se disculpó por haber aceptado los boletos de avión que le obsequiaron, así como ser socio durante un año de Cap Cana, distinción que más tarde devolvió.

Posteriormente, fue criticado por haber usado una tarjeta anual que le otorga el Grupo Taca a todos los gobernantes de Centroamérica para que puedan viajar gratis durante el año, que el mandatario anunció que devolverá.

«A nadie se le ocurriría pedirle a los otros presidentes de Centroamérica que devuelvan la tarjeta (de Taca). Yo creo que esos ataques a los presidentes no son buenos para un país pero, de todos modos, la devuelvo», aseguró Pacheco.

Finalmente, el gobernante fue cuestionado ayer por el diario «La Nación» tras haber designado al español Bernardo Martín Moreno, quien preside el grupo empresarial «Somersen», como cónsul honorario en Sevilla (España).

Las críticas se deben a que Martín Moreno mantiene una sociedad comercial con el empresario costarricense y ex ministro de Turismo Rubén Pacheco, quien está interesado en recibir una concesión estatal en el Polo Turístico Papagayo, en la provincia de Guanacaste (Pacífico Norte).

Además, Pacheco fue criticado porque la Fundación Martín Robles, que preside también Martín Moreno, financió la publicación del libro «Poemas, cuentos y dibujos», escrito por el presidente y presentado en diciembre pasado en Sevilla.

«La edición del libro no es pago por ningún favorecimiento, que no me ha sido solicitado, y si a mí me pidieran algo a cambio de dinero o de algún regalo pues Costa Rica me conoce, yo no soy choricero (corrupto), por Dios», agregó el presidente.

El gobernante ironizó al recordar que obtuvo el premio nacional de Cultura en el ámbito de literatura, por lo cual «no me extrañaría que también me obliguen a devolverlo».

Pacheco dijo que no tiene «nada que esconder» después de que los diputados le pidieran explicaciones sobre las denuncias.

No obstante, el mandatario aclaró que no renunciará a su inmunidad porque «en ese mismo momento me meten 60 acusaciones» y «andaría de juzgado en juzgado».