A pesar de que vence el primero de enero próximo el plazo otorgado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales a las empresas que se dedican al desguace de barcos en las márgenes de los ríos Ozama e Isabela, esa labor continúa sin que las autoridades ejerzan ninguna presión.
A excepción de Naviera Río San Juan, que opera en la margen del río Ozama, del lado de La Barquita de Santo Domingo Norte, que se retiró a más de 60 metros de la margen de esa fuente, las demás continúan en sus labores.
Esta empresa retiró algunos barcos que tenía en la margen del río, e incluso, sacó del fondo un viejo remolcador que llevabas años hundido, con lo que colabora al saneamiento de esa fuente de agua.
Mientras que en toda el área del Dique, bajando por el ensanche Ozama, todavía se observan varias embarcaciones deterioradas sobre el Ozama, a pesar de que según empleados, hace varios años que no trabajan.
Dijeron que ya no reparan barcos en el antiguo Dique, ya que se trasladaron a Las Calderas, Baní.
Donde se observaron ayer varias embarcaciones fue en la margen Norte del río Isabela, donde opera la empresa Metales Antillanos, donde próximo al mediodía aterrizó un helicóptero.
Juan Calderón, encargado de transportación de la empresa, que opera del lado de Santo Domingo Norte, consideró que existen otras empresas que contaminaban más las aguas de esa fuente de agua.
Explicó que se dedican a la compra de chatarra, incluyendo embarcaciones, con miras a exportación, donde se ganan la vida de manera directa alrededor de 200 empleados.
Admitió que fueron notificados a principio de octubre, pero que las autoridades no han buscado alternativas para continuar operando fuera de ese lugar, por lo que de cumplirse la resolución, los 200 empleados con que disponen quedarían sin empleos.
Según comunitarios de la zona, tanto en el Ozama como en el Isabela existen embarcaciones o pedazos de estas que se hundieron y que constituyen obstáculos para la navegación por esas fuentes.