Siguen deslizamientos de tierra en cordillera

Siguen deslizamientos de tierra en cordillera

POR ANSELMO SILVERIO
SANTIAGO.- Los deslizamientos y hundimientos de tierras en la Cordillera Septentrional han continuado con los aguaceros que se registran en varias zonas de esta región del Cibao.

En tanto, decenas de familias que están prácticamente aisladas en zonas vulnerables, serán desalojadas en las próximas horas por decisión de varios organismos del Estado y la sociedad civil.

De esa manera, las autoridades atendieron la sugerencia planteada en ese sentido por tres ingenieros en geología que pidieron declarar la zona en estado de alerta.

Para iniciar la evacuación, hoy la oficina del Instituto Nacional de la Vivienda (INVI) y el comité de la Defensa Civil iniciarán un levantamiento a todo lo largo de las zonas afectadas, dijo Francisco Arias, director ejecutivo de la Comisión Nacional de Emergencias.

La decisión fue adoptada ayer en una reunión con el gobernador provincial, José Izquierdo y los directores regionales del INVI, Defensa Civil, Bienes Nacionales, Cruz Roja, Colegio de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA) y la Secretaría de Obras Públicas.

Un equipo de técnicos se trasladará hoy a las zonas de peligro para determinar las condiciones de muchas familias que han perdido sus viviendas, propiedades bajo cultivos y hasta han huido de sus comunidades.

Arias dijo que los primeros en desalojar serán 15 familias que perdieron sus hogares con los hundimientos.

Sobre el problema, los técnicos en geología, ingenieros Orlando Franco, Irving Vargas y Rafael Corominas Pepín, propusieron desalojar las familias que viven en zonas peligrosas para evitar una tragedia mayor.

El problema afecta a las zonas también trastornadas por el terremoto del 22 de septiembre del 2003, que tuvo su epicentro entre esta provincia y la de Puerto Plata, que causó daños en ambas y un activamiento de los terrenos de la cordillera, especialmente en la zona comprendida entre los poblados de Jamao al Norte y Altamira.

Montañas casi completas se han venido abajo y con ellas centenares de tareas cultivadas de café y otros productos.

Las primeras casas que se desplomaron fueron más de 15 ubicadas en la comunidad de Palo Quemado.

Sus propietarios optaron por abandonarlas y refugiarse en viviendas de parientes y amigos, mientras otros temen caer en precipicios profundos que se han creado a causa de los derrumbes.

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