SANTIAGO.- El dengue sigue ocasionando serios inconvenientes al hospital infantil Arturo Grullón, cuando el pasado fin de semana las consultas no cesaron y varias ambulancias trajeron niños desde la Línea Noroeste afectados por la enfermedad.
Según los pacientes, en el centro no hay camas, la atención es lenta y las filas son muy largas para ser atendidas por una sola persona. Nila Bautista trajo a su hija de 8 años a este centro con fiebre y tuvo que esperar dos horas para ser atendida. Ella comenta que las precariedades van desde enfermeras hasta personal administrativo.
Este es un centro bueno, con especialistas, pero es que los casos de dengue son demasiados, ya rebasó el límite y yo por ejemplo tuve que esperar mucho tiempo para poder conseguir que me le hicieran los análisis a mi hijo, comenta.
Sostiene que al igual que ella, más de 100 madres estaban en esa situación y que muchas se desesperaban. Las madres vienen con sus hijos no solo por el dengue sino por otra enfermedad y como estaban atendiendo solo a los niños con fiebre todo se complicaba.
Brunilda Ventura ha ido dos veces y argumenta que la situación es difícil, ya que de otras clínicas periféricas los refieren al hospital y eso ha ocasionado que hayan tantas personas.
Las filas son muy grandes y una sola persona para atender a todos los pacientes que tienen que venir y primero chequearse o inscribirse. Me fui con el niño prendío en fiebre y ahora volví a ver si puedo hacerle los análisis, sostiene.
Otros como Ramón Batista y Gissel Siri, que tienen sus hijos con dengue, indican que los pabellones están repletos, que casi es uno encima del otro que están.
No hay cupo para más. Hay que traer más camas y más enfermeras, por lo menos mientras pase esta crisis, dice Batista.
Las autoridades del hospital dijeron que hoy abrirán otros pabellones para poder cubrir la demanda de niños enfermos con dengue y que Salud Pública enviará unas 10 enfermeras más para dicho centro.
Durante el fin de semana y ayer no se registraron muertes por dengue.