PUERTO PRÍNCIPE. EFE. Haití volvió ayer a vivir una jornada de luto con la aparición de más cadáveres a causa de las inundaciones provocadas por los fenómenos naturales, que en las últimas dos semanas se han cobrado la vida de unas 315 personas y han dejado entre 750,000 y 1,000,000 de damnificados en el país.
El huracán Ike, el último en azotar la nación, dejó al menos sesenta y cuatro muertos en el deprimido país, que aún no se repone de los efectos del ciclón Gustav y de la tormenta tropical Hanna» que azotaron su territorio en menos de quince días.
Del total de muertos dejados por Ike, 60 fallecieron en Cabaret, situada a 24 kilómetros al norte de Puerto Príncipe, según explicó a Efe el diputado Valciné Pierre-Jerome, que representa a dicho distrito.
El legislador dijo que entre las víctimas fatales dejadas por el huracán en Cabaret figuran catorce niños de menos de diez años, así como varias mujeres embarazadas y agregó que otras mujeres murieron abrazadas a sus hijos.
El huracán Ike también dejó tres muertos en el norte y uno en el oeste, según informaciones recabadas por Efe.
Pierre-Jerome advirtió que el número de víctimas puede aumentar, a la vez que pidió al ministerio de Salud Pública adoptar medidas especiales para hacer frente a la situación que vive Cabaret, cuyas necesidades más urgentes son comida, agua y ropa.
En varias calles de Cabaret, que hoy trata de recuperarse del fenómeno, se escuchan desesperados gritos de personas que perdieron algún pariente a causa del huracán, dijeron testigos a Efe.
La Cámara de Diputados estudia declarar el país en estado de emergencia durante quince días, lo que permitiría al Ejecutivo otorgar recursos a las zonas afectados sin estar consignados en el presupuesto nacional. El diputado Nelson Pierre-Louis dijo que la iniciativa fue discutida con el presidente Rene Preval.
En tanto, la cooperación internacional se esfuerza por asistir a los miles de afectados de la intensa actividad ciclónica de las últimas semanas en Haití, donde muchas de las localidades continúan anegadas, lo que dificulta la entrega de algún tipo de ayuda.