Hoy 
POR PEDRO GERMOSEN
La Secretaría de Deportes, E. León Jimenes, la Cervecería Nacional Dominicana y otras 26 entidades y personalidades atacaron ayer, en una sesión de vistas públicas, el proyecto de rectificación fiscal frente al único defensor de la propuesta del Poder Ejecutivo, que fue un representante de los fabricantes de ron y demás bebidas espirituosas locales.
Los primeros reclamaron modificaciones y otros el rechazo total de la iniciativa gubernamental. Entre éstos expuso el doctor Luis Toral, quien, a nombre del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), dijo que la reforma fiscal perjudicará seriamente a los más pobres y a la clase media.
El representante de SEDEFIR, Francisco Antonio Medina, dijo que la reforma fiscal traspasa el cobro de varios impuestos a las bancas de la Secretaría de Deportes a la Dirección General de Impuestos Internas (DGII).
Éstos son RD$220,000 de permiso de operación y RD$12,000 mensuales a las bancas instaladas en las principales provincias y, en menor cuantía, a las demás.
Para mantener estos cobros en favor de SEDEFIR, que se beneficia del 50 por ciento del monto total tributado, Medina pidió que sea reformado el artículo 36 del proyecto de rectificación fiscal que el presidente Leonel Fernández sometió al Senado.
El señor Mario Pujols, quien representó a la Cervecería Nacional Dominicana, propugnó por el mantenimiento de la estructura actual de los gravámenes al sector, es decir, por grado alcohólico.
Asimismo, planteó que a partir del 2008 el monto a pagar por litro de alcohol absoluto sea el mismo para todos, independientemente del tipo de bebida de que se trate.
Al intervenir, el señor Manuel Brugal, a nombre de Brugal y Compañía, favoreció la propuesta de reforma fiscal de cobrar el gravamen no sólo por la cantidad de alcohol de las bebidas.
Expresó que esa disposición corrige lo que consideró una injusticia de la reforma fiscal pasada.
Dijo que el haber gravado las bebidas alcohólicas por la cantidad de alcohol benefició a otras bebidas y los importadores, que comenzaron a traer el producto de 12 años con grado alcohólico inferior y por eso, sostuvo, tributaban menos.
Un documento firmado por Abel Wachsmann, vicepresidente ejecutivo de E. León Jimenes, C. por A., expresa que al establecer un componente ad-valorem, la rectificación fiscal contradice uno de los objetivos que persigue el Fondo Monetario Internacional (FMI) de «evitar que la estructura de impuestos influya en la decisión de compra del consumidor».
«En el caso del ISC (Impuesto Selectivo al Consumo) a las bebidas alcohólicas y cerveza es obvio concluir que si lo que hace gravable a estos productos es su graduación alcohólica, es precisamente el alcohol contenido en los mismos el que debe ser gravado», expresa.
Advierte que la cerveza representa el 41 por ciento del total de alcohol ingerido en el país y aporta el 75 por ciento de recaudación por la aplicación del ISC a las bebidas alcohólicas y cervezas producidas localmente.
Por los industriales del tabaco expuso el señor Guillermo de la Torre, quien también rechazó los impuestos que contiene la propuesta gubernamental a ese sector. El dirigente sindical Ramón Pérez Figuereo dijo que la reforma perjudica a los que menos pueden y consideró criminal el gravamen a los combustibles.
Hortensia Pérez, en nombre de la Asociación de Representantes e Importadores de Vinos y Licores, advirtió que el país sería objeto de demanda de la Organización Mundial del Comercio (OMC) por el cobro de ad-valorem a ese tipo de bebidas.
El señor Manuel Bergés, en representación de la Asociación Dominicana de Rectores y Universidades (ADRU), consideró preocupante la eliminación de los derechos de importación de ese sector.
La sesión de vistas públicas se inició a las 10:00 de la mañana en el salón de la Asamblea Nacional y concluyó cerca de la 1:00 de la tarde, dirigida por los senadores Tommy Galán (PLD-San Cristóbal), quien preside la comisión de Finanzas, y los miembros Luis René Canaán (PLD-Salcedo), Pedro Alegría (PRD-San José de Ocoa) y Amílcar Romero (PLD-Duarte).
