Siguen protestas en Cochabamba, Bolivia

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LA PAZ (AFP).- El departamento boliviano de Cochabamba permanecía aislado ayer por protestas de grupos sociales afines al presidente Evo Morales que piden la renuncia del gobernador, el opositor Manfred Reyes, con acciones de fuerza que el lunes produjeron el incendio de la sede de la gobernación.

Dos días después de violentos choques entre policías leales al gobernador y manifestantes que dejaron 31 heridos y la Gobernación en llamas, la situación es de tensión por la convocatoria este miércoles en la noche de una marcha convocada en respaldo a la autoridad regional que podría ser contrarrestada por los aliados del presidente.

En un esfuerzo por descomprimir la situación, el Gobierno envió a Cochabamba al ministro de la Presidencia, Ramón Quintana, y al viceministro de Descentralización, Fabián Yaksic, que hasta el momento no podían persuadir al prefecto (gobernador) Reyes Villa para que retire su convocatoria a un nuevo referendo autonómico, razón del conflicto.

“Le hemos hecho conocer al Prefecto que (su convocatoria a una consulta sobre autonomías) ha sido un error político y creo que toda autoridad política tiene que tener la posibilidad de reconocer sus errores”, explicó Yaksic.

El gobernador -que se sumó a sus colegas de otras cuatro regiones de la Amazonia y el oriente bolivianos, que desde la oposición a Morales exigen autonomía del poder central de La Paz- manifestó a ambos delegados oficiales que mantendrá su postura, y que los pedidos de que dimita de cocaleros y sindicatos afines a Morales son “un golpe a la institucionalidad”.

   Sobre la convocatoria unilateral a un referendo autonomías, dijo que esta opción, ya descartada en una consulta popular en julio, “está en manos de la ciudadanía que lo ha pedido en una concentración masiva” en diciembre último.

   El líder de la centroderechista Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, denunció “un intento de golpe de Estado fallido, tratando de destituir a una autoridad legalmente elegida” por parte de los cocaleros de Morales.

   Al pedido proautonomista de Reyes Villa se sumó este miércoles su homólogo de La Paz, José Luis Paredes.

   El gobernador de la provincia que alberga a los poderes Ejecutivo y legislativo, aliado de la derechista agrupación Podemos, afirmó que las autonomías son la “única alternativa para evitar la confrontación entre bolivianos” y pidió a Morales que convoque un nuevo referéndum para que sean los ciudadanos los que definan este modelo de gobierno.

   Paredes y Reyes Villa parecían converger hacia el bloque de autonomistas que conforman los gobernadores Rubén Costas de Santa Cruz (oriente); Ernesto Suárez de Beni (noreste), Leopoldo Fernández de Pando (norte) y Mario Cossio de Tarija (sur), donde ganó el “sí” en el referendo de julio de 2006.

   Este bloque de gobernadores, radicalmente opuesto a Morales, pidió al mandatario cesar las hostilidades contra las provincias que promueven las autonomías provinciales.

   “Exigimos el cese de hostilidades hacia nuestras prefecturas y el respeto a la autoridad elegida democrática y legítimamente a través del voto popular”, señalaron en avisos pagados publicados en la prensa matutina.

   La tensión en Cochabamba, sitiada por cocaleros procedentes del Chapare, iba en ascenso, mientras miles de manifestantes desplegados en diversas arterias de esa ciudad buscaban evitar la “marcha por la paz” convocada por un comité cívico de respaldo a Reyes Villa.

   La potencialidad de un nuevo estallido de violencia llevó al cardenal boliviano Julio Terrazas a formular por segundo día consecutivo un llamado a la paz.

   “No es con enfrentamiento que se solucionan los problemas. Que reine la paz en el corazón de Bolivia”, clamó el prelado católico.

   El corte de rutas de acceso a Cochabamba, emplazada en el centro boliviano a 400 km de La Paz, dejó a varados a miles de pasajeros en las terminales terrestres de al menos seis ciudades del país andino.

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