Silentes campanas para Heráclito

Silentes campanas para  Heráclito

-1-
Uno e idéntico
Es lo que está en nosotros
Unos e idénticos mis pies
En otros pies calzados
Sacudidos por el tremor de las carrozas
Piedra que en Las Damas
se hunde y se levanta
Bajo el ingrávido peso
De eternos transeúntes.
“Vivo e idéntico lo que está en nosotros
Vivo y muerto
Despierto y dormido, joven y viejo”
En el tañido de las campanas
De la Primada de América
Donde solo permanece inmutable
el aprisionado sonido
Que al liberarse
De su prisión circular
Regresa y en silencio reniega
del legado de Heráclito.

-2-
Que el río Ozama
No sea el mismo
Cuando lo volvemos a ver
Presupone realidad en lo antes visto
Como si el mirar o nadar en el
dotara lo aparente de dictamen.

-3-
Desde mis muchas órbitas,
Otros ojos
Perciben la febril actividad
Del espectral Edificio Baquero
Y,
En las arcadas de la Torre del
Ayuntamiento
El eco de los juegos y tropiezos
De la infancia que una vez fue, es, y sigue siendo.

-4-
Otra vez las campanas
Y en bandada
Los estudiantes de la Universidad
Cruzan hacia el Parque Duarte
Donde, entre llantos, Federico relee ad
infinitum
el testamento de Martí.
Ya sé que estas cosas son aquellas
Y aquellas son estas, como dijo Heráclito
Pero agobiada de infinito
Estoy y no estoy estando.

-5-
Un barco siempre se acerca
Y en el puerto una alta negra y nerviosa
mujer aprieta sus manos.
Ajena al dictado de Heráclito
Acude una y otra vez
En búsqueda de sus cartas
Barco y agua anclados
En su corazón sin oleaje.

-6-
Un reloj que despierta a las tres
Anuncia la hora de asomarse
La Hostos es una fiesta que avanza
Hacia el Hospital de locos y sus
cementerios laterales
Ensordece la conversación de los
transeúntes
Con trasfondo de lamentos esclavos
El piropo es el mismo, igual el requiebro
El pañuelo que se deja caer al descuido
Es mi cuerpo de siempre el que se
engranoja
Buscando entre la multitud el rostro amado
Entre cuerpos impermeables a la lluvia
y al viento
Detenidos en este tiempo en movimiento
Lo que no le otorga, ya lo dije
Naturaleza de dictamen.

-7-
Muerta de infinito
me regreso al jardín sin mariposas
aplastadas por el niño Andrés.
Entro a la eterna y sonora realidad
“Una e idéntica a lo que está en nosotros
Viva o muerta
Despierta y dormida
Joven y vieja
Ya que estas cosas son aquellas
Y aquellas son estas”
Descrita por Heráclito
Cuando embebido en su río
No pudo escuchar
El silente sonido a la espera
De lo eterno
En las campanas.

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