En la cocina, el despacho o la sala de estar, las sillas son indispensables para la vida cotidiana. Pero a la hora de comprarlas, lo que realmente importa es la comodidad y la funcionalidad. Atrás han quedado los diseños vanguardistas de sillas que resultaban, a todas luces, incómodas. En la actualidad, los diseños de los fabricantes van encaminados a convertirlas en elementos de culto para las personas cansadas.
A la hora de elegir las sillas que más se adecuen a nuestra casa hay que tener en cuenta el lugar al que van a ser destinadas, porque poco tiene que ver una silla auxiliar con una de comedor, y mucho menos con una de despacho. También hay que tener en cuenta las medidas de la misma, ya que en algunas ocasiones un salón se puede llenar con cuatro sillas cuando en realidad se necesitan seis, pero el tamaño de cada una de ellas impide colocar más. Además, aparte de pensar en el bonito diseño, hay que tomar en cuenta el tapizado o el material en el que está hecho.
Si se tiene un sofá liso no suele haber problemas, pero éstos se agravan cuando el tapizado es floral o rayado. Ante todo hay que atenerse a la coordinación de estilos, y saber combinar los tapizados. En muchas ocasiones es preferible pecar de clásico que de vanguardista, porque aunque los tapizados se puedan cambiar, no todos los bolsillos están dispuestos a hacer una renovación total de cada uno de ellos, por muy manitas que se sea.
Además hay que atender, sobre todo, a la comodidad de la silla. De nada sirve una preciosa silla que ha costado muy cara si cuando uno se sienta en ella no se puede aguantar más de dos minutos. Cuando compre una silla, asegúrese de no tener la sensación de escurrirse hacia delante, que no sea muy alta porque le impedirá disfrutar de la comida, o no le dejará acomodarse a gusto porque las rodillas chocarán con la mesa. Pero, por supuesto, que no sea excesivamente baja. Por regla general, todas las sillas suelen tener la misma altura, salvo en diseños más actuales. Por su parte, las sillas destinadas al despacho suelen llevar un regulador en la parte baja que le permitirá acomodarlas a su altura.
Fuente: Paula Bueno / SCD PRESS