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ROMA (AFP) – El jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, vive un mal momento a dos semanas de unas importantes elecciones regionales y enfrenta una nueva crisis interna en su coalición, 48 horas después de haberse visto obligado a dar marcha atrás sobre la retirada de sus tropas de Irak.
«Las noticias son que el ministro (de la Liga del Norte, Roberto) Calderoli amenaza con dimitir ante el retraso de las reformas y que el jefe de gobierno Berlusconi tuvo que dar marcha atrás sobre la retirada de las tropas de Irak, después de haber creado confusión en las cancillerías de medio mundo. Esto presenta una dosis considerable de comicidad», escribió el editorialista de La Repubblica, un diario cercano a la oposición.
Berlusconi dio pie a las críticas y burlas de la oposición y de la prensa con dos «casos» en 48 horas, del que él mismo y su mayoría salen políticamente disminuidos.
Después de afirmar la noche del martes que las tropas italianas iniciarían su retirada progresiva de Irak en septiembre, tuvo que dar marcha atrás 24 horas más tarde presionado por Washington y Londres, exponiéndose a críticas feroces de la prensa y de los partidos de centro-izquierda.
Luego el jueves, el ministro para las Reformas, Roberto Calderoli, miembro de la Liga del Norte, el partido populista de Umberto Bossi, blandió la amenaza de la dimisión quejándose de la lentitud en la adopción del proyecto de reformas constitucionales que preconiza su movimiento.
Pero esta renuncia no fue tomada en serio, ni siquiera por la propia mayoría, y el propio ministro dijo este viernes que la retiraría en cuanto el Senado apruebe dicha reforma la próxima semana.
El principal inconveniente para Berlusconi es que este anuncio sacó a la luz las divisiones dentro de su coalición a falta de 15 días para la celebración de unas importantes elecciones regionales a las que están convocados casi 42 millones de italianos.
Los comicios del 3 y 4 de abril servirán principalmente para designar a los presidentes de 14 de las 20 regiones de la península.
«Es probable que Calderoli pase rápidamente del anuncio oficial de la dimisión al simple deseo», había anticipado La Repubblica este viernes aludiendo a la marcha atrás de Berlusconi el martes.
«A pesar de todo, el asunto es desagradable para el gobierno porque ilustra el ambiente de mercado de ganado que marca el final de esta legislatura», afirmó el diario.
«En el interés del país, sería bueno que no sólo el ministro Calderoli, sino todo el gobierno regresaran rápidamente a casa», opinó por su parte un dirigente del principal partido de la oposición, los Demócratas de Izquierdas (DS), Vannino Chiti
Y como si esto fuera poco, la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), asestó un nuevo golpe el viernes al gobierno de Berlusconi al anunciar que por el momento se negaba a validar las cuentas públicas presentados por Italia para 2003 y 2004 y podría revisar al alza el déficit del país.
