Silvio Rodríguez manda a la USAID al «carajo» y defiende «el espíritu rebelde»

Silvio Rodríguez manda a la USAID al «carajo» y defiende «el espíritu rebelde»

LA HABANA, AFP.- El cantautor cubano Silvio Rodríguez mandó al «carajo» a la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos (USAID), que auspició proyectos contra el gobierno de Cuba, al tiempo que defendió el «espíritu rebelde» de artistas críticos pese a no pensar «como ellos».  

«Y váyase la USAID para el carajo», escribió Rodríguez en su blog personal segundacita.blogspot.com, al comentar las revelaciones recientes de una agencia de prensa norteamericana sobre un proyecto de la USAID contra el gobierno cubano.

Según esas revelaciones, la USAID intentó entre 2008 y 2010 inducir a algunos artistas críticos cubanos, como el dúo de rap «Los Aldeanos», a hacer canciones con fuertes críticas para fomentar el desacuerdo y la ingobernabilidad en la isla.

El trovador se vio involucrado en la historia cuando asumió parte de la responsabilidad por una computadora entregada a Aldo, uno de «Los Aldeanos», amigo de su hijo, Silvio Liam, también músico bajo el nombre artístico de «Silvito el libre».

«Tanto Aldo, amigo de mi hijo, como Silvio Liam, que cree en mi como yo en él, son espíritus rebeldes, sin posesiones materiales. Salieron de Cuba, como decimos aquí, ‘con una mano alante y la otra atrás’: ricos apenas de sus sueños, arropados por aplausos de muchachos más bien incomprendidos, a menudo abusados, hijos de desamparos e intemperies», escribió Silvio.

Aclaró que «ellos saben que en muchas cosas no pienso como ellos, aunque me empeñe en defender su derecho a pensar y a cantar como escojan. Como padre, y también como artista, espero que aprendan de lo que les sucede y que les aproveche»

Medios oficialistas cubanos acusaron a Aldo, actualmente residente en Miami, de complicidad con la USAID.

«La forma injusta de algunos titulares sobre los raperos manipulados por la USAID me remontaron a mi mismo, hace muchos años», dijo Rodríguez refiríendose a 1968, cuando fue marginado por las autoridades de la televisión y la cultura. «Este recuerdo explica por qué ante una calificación o sanción desmedida he saltado en defensa de un artista», dijo.

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