SANTIAGO. Si espectacular fue la súper luna que nos regaló la inmensidad del cielo en la noche del pasado sábado, también lo fue la cita con Silvio Rodríguez en el Gran Arena del Cibao, donde la sencillez, el patriotismo, el amor, la vida y el reconocimiento estuvieron por encima de la frivolidad del mundo.
El cantautor cubano, de palabras exactas y alma sensible, deleitó a un público ansioso por escuchar sus canciones y sentirlo más íntimamente luego de cinco años de ausencia. Santiago de los Caballeros, con mucho gusto estamos aquí. El concierto que hicimos en el Quisqueya fue inolvidable, pero aquí vamos a hacer algo diferente. Solo dos o tres canciones de las de siempre, salvo que ustedes no quieran cambiarlo, externó Silvio.
Y así, mientras hablaba, miles de espectadores se pusieron de pie para darle una calurosa bienvenida y rendirle un estruendoso homenaje traducido en aplausos que parecían no tener fin. Inició con Expedición, Con un poco de amor, El sol no da de beber, de su nuevo disco Segunda cita, y los asistentes corearon piezas como El necio, Te doy una canción, Sueño con serpientes y Cita con ángeles, entre otras de sus más conocidas creaciones.
También interpretó por primera vez aquí un tema dedicado a Violeta Parra, de quien dijo creo que le debo mucho en la canción y en la vida.
En casi dos horas que se extendió el recital, Silvio aprovechó para tener ese contacto personal, entre lo jocoso y lo real, y en un momento antes de interpretar Demasiado, señaló: en Cuba no tenemos bachata, pero tenemos boleros.
En la función, Silvio actuó junto al Trío Trovarroco, formado por su esposa, la flautista Niurka González; el baterista y percusionista Oliver Valdés; Rachid López, en la guitarra; Maikel Elizarde, en el tres, y César Bacaró, en el bajo.
A dúo con José Antonio Rodríguez, cantó La canción del elegido, luego siguió con Las mariposas, El mayor y al concluir sonó Ojalá.
Silvio se despidió del público, quien de pie gritó, ¡otra, otra!, lo que el cantautor aprovechó para decirles que si le permitían tomarle una foto saludando su portal digital, él regalaría dos canciones más. Trato hecho, el trovador tomó su guitarra y ofreció La era está pariendo y Óleo de mujer con sombrero con la cual se apartó del escenario, bajo constantes aplausos.
La más esperada. Mi unicornio azul fue otra de las canciones solicitadas por los asistentes, pero Silvio no la cantó.
Visitas. Este es su cuarto viaje a República Dominicana, país que Silvio Rodríguez visitó por primera vez en 1974. Regresó en 2006 y ofreció un concierto gratuito en el 2007 ante 20,000 espectadores en el Estadio Quisqueya.
Anfitrión. José Antonio Rodríguez, con el acompañamiento en la guitarra de Carlos Luis, fue el responsable de abrir el concierto, para lo que interpretó varias canciones, entre ellas Como un bolero.
El concierto
Inicio
El concierto inició cerca de las 9:20 de la noche, con las palabras de Freddy Ginebra, quien motivó un video en el que se expuso la labor que viene realizando la fundación Nido de Ángeles, donde unos 75 niños que sufren de parálisis cerebral son asistidos. A ellos dedicó el cantautor Silvio Rodríguez la presentación.
Apoya 4% para educación
Silvio dedicó a los niños El reparador de sueños y Yo vine para preguntar, y fuerte fue el grito de las más de cinco mil almas que se congregaron en el Arena, cuando dijo que porque la niñez tiene derecho a estudiar, a ser personitas felices, apoyaba el 4% para la educación que se exige en RD.