Simón Díaz, el intérprete venezolano de «Caballo Viejo» deja un legado que trasciende fronteras

Simón Díaz, el intérprete venezolano de «Caballo Viejo» deja un legado que trasciende fronteras

CARACAS, Venezuela. Sus melodías han sido difundidas por artistas que van desde Julio Iglesias hasta los Gipsy Kings. Su clásico “Caballo Viejo” se ha traducido a 12 idiomas y se ha grabado en más de 350 versiones.

Pero Simón Díaz, el más famoso y querido de los cantautores venezolanos, no fue tan conocido fuera de su país como sus memorables composiciones, que también incluyen “Mi querencia” y “Tonada de la luna llena”. Díaz falleció el miércoles en su casa en Caracas luego de un largo padecimiento.

Video cortesía de You Tube

Tenía 85 años. “Con lágrimas le anuncio al país que mi amado padre, partió esta mañana, en paz”, escribió la hija del popular cantautor, Bettsimar Díaz, en su cuenta de Twitter.

Y no ofreció más detalles. Sus composiciones, difundidas por artistas que también incluyen a Caetano Veloso, Plácido Domingo, Mercedes Sosa, Celia Cruz, Rubén Blades y Richard Claydermann, evocaban la más auténtica comunión entre el hombre y la naturaleza.

Su voz por décadas mantuvo vivo el canto a las faenas de ordeño y el arreo de ganado, que parecía condenado a la extinción por el desarrollo tecnológico y la interminable migración del campesino a la ciudad.

Su obra profundamente provinciana, se extendió a todo el mundo, a los más variados géneros musicales, a todos los tiempos.

“Fácilmente puede pasar inadvertido en casi cualquier país”, declaró en una entrevista el catalán Joan Manuel Serrat, quien se cuenta entre sus más afamados intérpretes. “Muy pocos saben que ha hecho música que es común a todos.

Su sencillez, profundamente provinciana, es lo que la ha hecho tan internacional”. Gipsy Kings, un grupo flamenco del sur de Francia, tuvo su mayor éxito con “Caballo Viejo (Bamboleo)”.

El tema original de Díaz, de acuerdo a registros de la industria discográfica, ha sido traducido a 12 idiomas y se ha grabado en más de 350 versiones, lo que la coloca entre las 20 canciones más grabadas en la historia de la música.

En el 2008, por una iniciativa de sus admiradores, Díaz recibió el premio del Consejo Directivo de la Academia Latina de la Grabación, que otorga el Latin Grammy. Un grupo llamado Venezolanos en Hollywood, conformado en 2007 por cineastas, productores, actores, técnicos, camarógrafos, maquilladores, lanzó una campaña de recolección de firmas a través de Facebook y consiguieron que lo distinguieran en la víspera del Grammy Latino.

La iniciativa, que recibió el apoyo del productor Emilio Estefan, Fito Páez y el ganador del Oscar Jorge Drexler, entre otros, buscaba que el cantautor recibiese el “reconocimiento que merece en vida” y “que todos sepan quién es el cantante original y compositor de `Caballo Viejo’ y tantas otras hermosas melodías”, dijo a la AP la actriz Ileanna Simancas, una de las promotoras de la idea.

Nacido el 9 de agosto de 1928 en el poblado agrícola de Barbacoas, a unos 110 kilómetros al sur de Caracas, Díaz compuso más de 200 canciones y grabó 70 álbumes, el primero de ellos en 1963. Varios los hizo con otro inmortal y curiosamente poco conocido músico venezolano, Hugo Blanco, autor de “Moliendo café”.

Además de cantante y compositor, fue actor, comediante y productor de radio y televisión.

En casi seis décadas de carrera participó como actor principal en tres obras teatrales, cinco filmes y produjo y condujo más de una docena de programas de radio y televisión que gozaron de alta sinfonía.

Alcanzar el éxito no fue fácil para el Tío Simón, como le llaman cariñosamente varias generaciones de venezolanos tras un exitoso programa infantil de televisión. P

or años se desempeñó como cobrador de banco, boxeador, poeta y vendedor de periódico antes de lograr una oportunidad en el medio musical.

Desempeñar tan disímiles tareas no era una novedad para él. “A los 12 años murió mi papá y me tocó a mí ser el hombre de la familia”, relató Díaz. En aquel entonces dedicó buena parte de su tiempo a vender dulces, empanadas y otras comidas preparadas por su mamá para sostener a sus siete hermanos.

En sus inicios fue intérprete de boleros y tangos, pero su innata vocación por la música folklórica venezolana lo empujó por ese rumbo hasta convertirse en el definidor y protector de la tonada llanera, el género musical venezolano por excelencia. La tonada se “nutre de la faena del canto de ordeño y el arreo de ganado”, contaba Díaz.

“A mediados de la década de los años 50, yo me entero que la tonada estaba peligrosamente condenada a desaparecer por cuanto en esa época Venezuela consumía el doble de leche que producía, entonces para cubrir el déficit la idea era mecanizar las fincas y con ella iba a desaparecer su materia prima, ese hombrecito que cada madrugada le cantaba a la vaca, su fiel confidente, sus alegrías y tristezas”, dijo.

“Por eso fue que me dediqué a buscarla y componerla, para ayudar a definir y dejarle a Venezuela un aire musical”, agregó.

“Hoy día podemos asegurar que en el repertorio de los mejores cantantes (folklóricos) estará la tonada llanera, un género musical netamente venezolano”.

“Caballo Viejo” nació en la década de 1980 luego de un contrapunteo — duelo de cantos improvisados– entre él y un joven que se “paró a contestarme los versos” que le dedicaba a una joven muy bonita que engalanaba una velada entre amigos en un hato ganadero.

“Esta pelea cordial” terminó abruptamente con un verso a viva voz que desarmó a su joven contrincante y dio origen a la más internacional de sus composiciones, y a esa sabia reflexión de que “caballo viejo no puede perder la flor que le dan… porque después de esta vida no hay otra oportunidad”.

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