Simón Mahfoud “Los padres somos
responsables de formar buenos hijos”

Simón Mahfoud “Los padres somos <BR>responsables de formar buenos hijos”

POR MARÍA MERCEDES
Cuando Simón Mahfoud habla de su familia, el brillo en sus ojos es más notorio. A través de esa señal demuestra que son su razón de ser. Es que esos valores les enseñaron sus padres Ofez Mahfoud y Catalina de Mahfoud- ambos de origen árabe- tanto a él como a sus hermanos José Rafael, Ofez, Elena, Ramza, Isaac y Aziz.

Al iniciar el diálogo nos contó que nació en El Cercado, pueblo que pertenece a San Juan de la Maguana, ubicado a 251 kilómetros de Santo Domingo, y que se caracteriza por tener  madrugadas bastante frías. Comentario que le hizo recordar con añoranza los años que vivió en esa comunidad donde sus padres se establecieron y formaron su hogar. “Allá se instalaron como lo hacen los árabes, con una tienda, en la que vendían telas, mediofondos, zapatos, tenis Paseo y Campeón, que los vendían a un peso y a peso y medio”.

“Con nostalgia recuerdo que yo le ayudaba a vender estos artículos. Esa experiencia me ayudó a ser un hombre trabajador”.

Al referirse a la educación que le dieron sus padres, Simón Mahfoud, quien es vicepresidente ejecutivo de Seguros Banreservas dijo que ha sido determinante en su formación como ser humano, y por eso la transmite a sus hijos, claro está, adecuándose a estos tiempos, en que por la modernidad, las costumbres se tornan cambiantes.

“Yo aprendí mucho de mis padres. Sus estrictas enseñanzas me han ayudado a educar bien a mis hijos. Hoy, al igual que otras personas de mi generación apreciamos que nuestros padres hayan sido así. Cada momento vivido junto a ellos fue una lección”, indicó.

Ahora la vida es más fácil en algunos aspectos, puesto que los grandes descubrimientos de la ciencia han hecho que todo cambie. “Pero, los valores esenciales de la vida se deben fomentar en cualquier época, porque de eso depende que en la sociedad hayan seres humanos con buenos sentimientos, dispuestos a ayudar al prójimo, en cada ocasión que sea necesaria”. 

“Mi hija Nicole estudia de lunes a viernes en la escuela, y Gabriel cursa el primer nivel de administración de empresas, aunque los he criado con cierta independencia, -porque entiendo que cada quien necesita su espacio para desarrollar las actividades de su agrado -, siempre estoy pendiente de ellos. Por ejemplo, los fines de semana, generalmente siempre quieren ir a fiestas o al cine, pero eso no nos impide que sacamos tiempo para salir juntos, conversar sobre nuestras cosas, regañarlos o darles consejos. “Mi esposa Evangelina y yo nunca nos desconectamos de ellos, al contrario siempre les orientamos sobre qué deben hacer frente a algunas inquietudes. Yo les hablo sobre el daño que hacen las drogas cuando se consumen, de las consecuencias que pueden tener si andan con personas no confiables. Los padres somos responsables de formar buenos hijos para la sociedad”.

En el caso de los padres divorciados, afirmó que ambos deben cumplir con su misión, sabiendo que los hijos nunca deben ponerse en riesgo. “Soy de los que creen que la conducta de los padres moldea a los hijos. Estoy muy orgulloso de los míos porque son muy respetuosos y estudiosos.    

Sus orígenes árabes

Su padre, Ofez Mahfoud, era árabe. Un buen día llegó a esta tierra y se estableció específicamente en El Cercado. “Como buen árabe, mi padre se instaló allá con tiendas, siempre nos íbamos a los pueblos cercanos a vender tenis, zapatos y ´mediofondos´”. Muy sonriente dijo que para esa época los tenis costaban RD$1.50.    

Afirmó que su padre se acostumbró al estilo de vida de los dominicanos, porque en ese pueblo vivieron con mucha tranquilidad, además de que siempre respiraban aire puro.

De la cultura árabe le gusta la comida, como el Tipili, ensalada elaborada a base de trigo que se consume con mayor frecuencia en la región Sur del país. Expresó que algunos aspectos de esa cultura la han pasado a sus dos hijos, especialmente en el aspecto gastronómico “pues nosotros celebramos lo mismo que los dominicanos”.

Las palabras en árabe y español son parecidas, pero no iguales. “Aprendí algunas palabras, pero el tiempo ha hecho que se me olviden. Mi madre como nació en el país, aunque de descendencia árabe aprendió muy bien el español, mi padre, en cambio no sabía hablar muy bien, pues mezclaba las palabras de ambos idiomas”.

Expresó que la música árabe es preciosa, y que en algún momento le gustaría visitar el país de sus raíces, donde nació su árbol genealógico. Pero aún no se anima a durar alrededor de 15 horas en un avión para hacer ese reencuentro con sus orígenes, “además ya toda mi familia está aquí, en República Dominicana”.

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