SIMÓN TICEHURST 
“Con la Unión Europea hay que replantear la naturaleza de las negociaciones”

SIMÓN TICEHURST  <BR><STRONG>“Con la Unión Europea hay que replantear la naturaleza de las negociaciones”</STRONG>

POR ISAOLYM MIESES
Mientras en las mesas de negociación de tratados de libre comercio, los de la Unión Europea buscan “paridad con CAFTA”, especialistas con visión crítica a este tipo de negociación levantan la voz de alerta ante el mundo y ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) de que “esto no sirve”, ya que no va a propiciar el desarrollo ni el combate a la pobreza.

Simón Ticehurst, coordinador de campañas para México, Centroamérica y el Caribe de Oxfam Internacional, explica que aún las condiciones son propicias para plantear un escenario de negociación multilateral con alternativas más favorables para los países en vías de desarrollo.

 “En estos momentos estamos ante el inminente fracaso de las negociaciones de la OMC.  Renunció Pascal Lami y reconoce por primera vez que está en crisis todo el proceso”.

Explica también que hubo una reunión ministerial y de plano no lograron acercar las posiciones entre las principales potencias.

Los países ricos no están dispuestos a ceder ni lo suficiente para animar a otros a hacer otro tipo de concesiones. Principalmente los Estados Unidos, que no quiere recortar los subsidios, muchos de los cuales son ilegales.

Los Estados Unidos tiene que hacer concesiones sobre sus subsidios internos. También lo tiene que hacer la Unión Europea (UE).

Pero también entiende que la UE tiene que abrir más sus mercados y permitir un mayor acceso a aquellos productos de los países en vías de desarrollo que son competitivos. Productos agrícolas principalmente, que es donde está la traba.

Ninguno de los dos quiere ceder más de lo que han ofrecido y la oferta actual es un espejismo.

Dicen “vamos a recortar en un 70%”, pero en realidad lo que están haciendo es empaquetarlos de nuevo, colocándolo bajo otro pilar u otra caja, permitiendo mantener e, incluso, aumentar los apoyos internos, al mismo tiempo que anuncian que lo están recortando. Es un doble discurso tan evidente que no amerita ningún otro tipo de concesión por parte de los otros jugadores.

“A cambio de esta oferta inaceptable, están pidiendo que los países en vías de desarrollo, no solamente les liberalice sus sectores agrícolas sin ningún margen aún definido de cómo proteger y garantizar la seguridad alimentaria de algunos sectores vulnerables, sobre todo en granos básicos que para algunos países es clave, como el caso del arroz o el maíz”.

 

Colapso

Están pidiendo la liberalización drástica, recortes en aranceles en productos industriales, con lo cual reducen en muchos si no imposibilita cualquier futura estrategia de industrialización para los países en vías de desarrollo y, además, están pidiendo que abran todos los sectores de servicio.

A cambio de muy poco o nada están pidiendo mucho. Esa situación es la que está trabando la situación en la OMC.

Entre los posibles escenarios de estas negociaciones puede ser que colapsen las negociaciones definitivamente, puede ser que logren un acuerdo mínimo que no diga mucho, pero que por lo menos mantenga viva la esperanza de que pueda haber un sistema multilateral de reglas.

 Es preferible abordar muchas de las reglas a nivel multilateral donde la mayoría de los países de alguna forma pueden negociar conjuntamente y pueden ofrecer algún equilibrio a la potencia económica y política que tienen los países ricos.

Es donde se puede escuchar la voz de los países en vías de desarrollo, en teoría, a nivel multilateral.

El otro escenario en la OMC es que se pueda haber una ronda lenta. Esto para nosotros es el escenario preferible antes que un mal acuerdo porque necesitamos el espacio multilateral. Aunque tampoco es una solución óptima porque se pierde la oportunidad de cambiar las reglas.

Ticehurst también explica que la estrategia de los Estados Unidos y la UE ha sido construir un sistema multilateral por pedacitos y por tratados regionales donde pueden poner sus reglas, que buscan mayor acceso a los mercados en los países en vías de desarrollo, liberalizando al máximo, más de lo que pueden lograr en la OMC.

 Esto implica una serie de temas que incluso fueron rechazados por la OMC, como el tema de la desregulación de las inversiones o también el tema de compras gubernamentales.

Ambos son sectores sensibles e importantes para promover una política de desarrollo.

Inicialmente los Estados Unidos lo quiso hacer a nivel de América Latina y el Caribe con el ALCA. No pudieron por la oposición de Brasil, Argentina y Mercosur. La estrategia hemisférica no funcionó, pero poco a poco la están armando. Para nosotros esos acuerdos tienen una serie de complicaciones para el desarrollo.

Los subsidios internos de los Estados Unidos les permite seguir exportando esos excedentes en condiciones por debajo del precio de producción.

Sin resolver esto, las economías están abriéndose y eso es competencia desleal. No es que se está previendo un impacto, explica, es que se tienen todos los datos duros de lo que pasó en México, cuando se abrió.

“El precio del maíz en México ha descendido en un 70%. Cuando tienes 15 millones de personas que dependen de su producción y el precio baja, tienes un impacto en la vida de las personas. Las importaciones de maíz se han triplicado, y estamos hablando de un producto que tiene una importancia no solamente en términos de la mercancía del consumo a nivel nacional, es un producto que tiene que ver con la cultura propia del país. ¿Cómo contabiliza el mercado que según la visión maya el hombre nace de la mazorca de maíz?”.

Más allá de querer imponer tratados en condiciones de desigualdad, según explica Ticehurst, pretenden colocar temas que ni siquiera están en la agenda de la OMC.

Hay una cláusula que permite poner por delante los derechos de salud pública por encima de las patentes que establecen las empresas sobre lo que son los medicamentos. Sin embargo eso no se está aplicando.

En cambio, lo que están aplicando son reglas de propiedad intelectual que acompañan a los tratados y que establecen una serie de medidas que dificultan la entrada al mercado de la producción de medicamentos genéricos para países como República Dominicana que tiene una capacidad propia de producción.

 “Eso es grave porque se ha demostrado que la competencia de medicamentos genéricos cubre un 70% del mercado. Además, el costo de esos medicamentos viene del bolsillo propio. Son las mujeres, a quienes les toca cuidar, que están de su bolsillo que para el bienestar de la familia están cubriendo lo que es el costo del medicamento”.

 

“Paridad con CAFTA”

Los negociadores de la Unión Europea dicen que quieren lo mismo que CAFTA. Si bien es cierto que levantan un discurso que habla sobre el desarrollo y la participación civil, señala Simón Ticehurst, tienen un planteamiento distinto al de los Estados Unidos en ese sentido, pero en el fondo en la mesa de las negociaciones lo que están pidiendo es lo mismo y así lo dicen: “paridad con CAFTA”.  A su juicio tienen una forma de presentarlo que muchas veces despista a la opinión pública. 

Esa diferencia entre el discurso y la práctica es por lo que hay que llamar la atención a la Unión Europea.

 “Primero dicen que quieren privilegiar el ámbito multilateral, pero están negociando acuerdos bilaterales. Es un juego de doble vía para conseguir la liberalización. Segundo, para los países con una herencia colonial donde hay una responsabilidad mayor para los países Europeos. Plantean ahora un trato de tú a tú”.

Explica que el acuerdo de la UE sólo va a tener alguna flexibilidad para algunos sectores y eso implica que van a tener más tiempo para la liberalización. 

“Si quieres entrar en las negociaciones como están siendo planteadas en algunos sectores que son sensibles, tienes que plantear que el margen máximo de protección se mantiene y lo que es el proceso de legalización sea secuenciado con más tiempo”.

Sin embargo, cree que actualmente el verdadero reto es entrar en las negociaciones. El reto es parar esto y entrar en otra lógica de negociaciones. Esto no es una negociación con algunos sectores, es un replanteamiento.

“Yo creo que existen condiciones para esto. En el proceso dice que en el 2006 tiene que haber una revisión formal y del proceso de negociaciones para los países Asia, Caribe y Pacífico ACP. Es una oportunidad para replantear las cosas”.    para poder plantear alternativas. La Unión Europea no quiere, quiere terminar las negociaciones en el 2007 y entonces está apretando para que se cumplan en ese período”.

Plantea que la sociedad civil debe de participar. Entonces la sociedad tiene una oportunidad en ese sentido de plantear en ese proceso de revisión. Hay que replantear la naturaleza de las negociaciones y obligar a otra discusión y debate sobre el contenido.

“Aunque no sólo es la participación, es importante lograr un cambio”. 

Una gran oportunidad que tendrán los dominicanos para levantar el tema será en el evento de negociación que tendrá lugar los días 25 y 26 de septiembre, con la participación de técnicos de la Unión Europea y el resto del Caribe. “Uno de los graves problemas de aquí es que la gente no conoce más a profundidad sobre estos tratados. Esto no les permite opinar a partir de la evidencia, sino de la percepción”.

Simón Ticehurst coordina las campañas de Oxfam internacional en Centroamérica, México y el Caribe, entre las que se destaca “Comercio con Justicia”. Lleva 12 años trabajando para Oxfam Internacional. Tiene una maestría en estudios latinoamericanos y actualmente es doctorando en estudios latinoamericanos, especializándose en el tema de integración regional y desarrollo, globalización regionalización y desarrollo, en la UNAM en México.

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