La nativa de Ohio suma su vigésimo sexta medalla -20 oros, 3 platas y 3 bronces- en unos mundiales, más que nadie en la historia, con gran ambición de Biles.
Amberes, Bélgica. La gimnasta estadounidense Simone Biles agigantó su leyenda y sumó su sexto título de campeona del mundo, algo que hasta ahora sólo había logrado otro icono como el japonés Kohei Uchimura, tras imponerse ayer en la final del concurso completo de los mundiales que se disputan en la ciudad belga de Amberes.
El mismo escenario donde Biles se coronó hace diez años campeona del mundo, dando inicio a una impresionante carrera que le ha convertido en la mejor gimnasta de todos los tiempos.
De hecho, Simone Biles, que ya cerró la ronda clasificatoria en primera posición, ha logrado el oro en el concurso completo en los seis Campeonatos del Mundo en los que ha participado.
La estadounidense, que cumplió el pasado marzo 26 años, no compitió en los Mundiales de Montreal 2017, así como en las dos últimas ediciones disputadas en la ciudad japonesa de Kitakyushu en 2021 y en Liverpool en 2022. Ausencias que respondieron, en el caso de los dos últimos mundiales, a los problemas mentales que ya llevaron a Simone Biles a renunciar a participar en la final del concurso completo de los Juegos Olímpicos de Tokio, pese a cerrar la ronda clasificatoria en primera posición.
Un parón al que Biles puso fin el pasado mes de agosto tras encontrar una nueva forma de relacionarse, como ella misma explicó, con el éxito y con la presión que supone su condición de la gran figura de la gimnasia mundial.
“Creo que lo que significa el éxito para mí ha cambiado un poco, porque antes todo el mundo definía el éxito por mí, aunque yo tuviera mi propia opinión de lo que quería. Ahora simplemente es estar, sentirme bien mentalmente, divertirme y que pase lo que tenga que pasar”, señaló Biles en las semanas previas.