Simone podría haber quedado en el anonimato

Simone podría haber quedado en el anonimato

POR MANUEL EDUARDO SOTO
Gracias a nuestras amistades es que podemos saber con certeza cuáles son los artistas más populares del momento. Regularmente me preguntan si tengo el disco o la película de tal o cuál figura del canto o del cine, lo que como periodista me sirve de orientación de lo que está en boga.

Así fue que una entrañable amiga me preguntó con cierta timidez si tenía música de Simone, una de las mejores cantantes que nos ha dado Brasil, país que a través de los tiempos nos ha dado una larga lista de talentos que han deleitado a los más diversos públicos del mundo a través de los años.

«Por supuesto que sí», fue mi respuesta inmediata. «¿Tienes alguna canción en especial en mente?». Me respondió que no y que lo que más le llamaba la atención era el sensual tono masculino de su voz.

Ni corto ni perezoso, fui a mi discoteca particular y extraje los discos compactos que había acumulado de Simone a través del tiempo. Inicialmente, le obsequié un CD con temas en portugués, pensando que de esa forma mi amiga podría disfrutar de la estrella brasileña en su exquisito idioma materno.

«Está bonito», fue la opinión que me brindó días después de recibir mi regalo, aunque sin el entusiasmo que yo esperaba. «Pero también me gustaría escucharla en español, ya que tiene ese acento tan especial que dan los brasileños a nuestra lengua».

Volví a mi archivo discográfico—el que abarca música de todos los tiempos y de los más diversos intérpretes y géneros, desde Gardel a Don Omar, pasando por Elvis Presley, Frank Sinatra, Lucho Gatica y Camboy Estévez— y encontré lo que quería mi amiga, un álbum completamente en español que Simone grabó con temas popularizados por Julio Iglesias bajo el sugestivo título de «Loca». La producción incluye canciones que Julio llevó a la popularidad en todo el mundo, como «Hey», «Júrame», «Abrázame», «Lo mejor de tu vida» y «Mi amor», entre otras.

El proyecto de este álbum comenzó a fraguarse en 1990, y el propio Julio fue el encargado de hacer el anuncio público en uno de sus conciertos en el Radio City Music Hall de Nueva York, ocasión en la que Simone estaba sentada en la primera fila, muy cerca de mí, por lo que me siento parte del mismo.

Luego, cuando salió al mercado unos meses más tarde, tuve la oportunidad de entrevistar a Simone en el hotel Grand de Coconut Grove, un elegante suburbio de Miami. De aspecto más bien masculino, fornida y de gruesas manos, a veces me daba la sensación de que estaba conversando con un hombre, pero su amabilidad y cortesía pronto me conquistaron y me hicieron olvidar ese prejuicio.

Como un gran admirador de ella desde fines de la década del 70, cuando se dio a conocer internacionalmente cantando «Qué será», el tema central de mi película favorita, «Doña Flor y sus dos maridos», de la autoría del supertalentoso Chico Buarque, de Holanda, no pude evitar preguntarle sobre cómo había sido su experiencia en esa ocasión.

«Casi termino mi carrera ahí mismo», me dijo, más o menos, según recuerdo. «Como a mí nadie me conocía, los productores no querían incluir mi nombre en los créditos de la película, pero al final se impusieron mis representantes y figuré como la intérprete de ‘Qué será’. Por eso estoy aquí, conversando contigo».

La canción, que fue grabada en castellano y en tiempo de salsa por Celia Cruz y por Willie Colón, se escucha in extenso al comienzo y al final de «Doña Flor y sus dos maridos», la versión cinematográfica de la novela erótica de Jorge Amado que

protagonizaron magistralmente Sonia Braga y José Wilker.

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