No sé qué es peor, entre votar por alguien que pierde, o votar por alguien que gana pero te defrauda en forma inescrupulosa. La última posibilidad justifica el importante y creciente porcentaje de abstencionistas en nuestro país, que fue alrededor del 30%, que no aprobaban el 35 de Danilo,  el 32 de Hipólito ni el 3 de los emergentes en el 100% del padrón electoral, que es de unos 6.5 millones de votantes. O sea que más del 60% de la población rechaza tanto a los ganadores como a los perdedores del pasado torneo electoral.

Después de tomar posesión en el 2000, luego de una reunión en el Banco Central,  Hipólito Mejía fue cuestionado sobre el cumplimiento de promesas electorales y dijo más o menos lo siguiente: “Espérense, que una cosa es con guitarra y otra cosa es con violín”, aludiendo a que  después de conocer la real situación económica del Estado no iba a ser fácil cumplir con “su palabra”.

El actual Ministro de Economía, Temístocles Montás, planteó que para  asignar un 4% a educación, el próximo gobierno deberá implementar una reforma tributaria, ya que 40% de los ingresos se destinan al pago de la deuda externa de unos 140 mil millones de pesos y, como existe consenso en no aceptar más impuestos, la traducción de sus declaraciones es “olvídense del 4%”.

Hipólito esperó a juramentarse para comenzar a romper sus promesas. Los peledeístas no han comenzado su nuevo gobierno y  empezaron a recular. Pero no hay que preocuparse, supuestamente Danilo Medina no es más de lo mismo y Temístocles Montás se va aunque  su  visión de la economía dominicana sorpresivamente varió.