Sin congreso del PRD no hay partido, y sin partido no hay 2012

Sin congreso del PRD no hay partido, y sin partido no hay 2012

En estos días en que el país vive en ascuas, contemplando cómo los grupos de poder dentro del Gobierno, los cuerpos armados y de la mafia  nos desbordan y se reparten las riquezas y el futuro del país sin contemplaciones, dejando una secuela de muertos y degenerados por doquier, mientras el Presidente de la República adopta una postura “light” de amagar y no dar y de atribuirlo todo a la globalización, la opinión pública ha visto con satisfacción la disminución de los enfrentamientos dentro del PRD y los aprestos para un Congreso “por la unidad y la renovación”, que sea el punto de partida de su organización general, la disciplina interna y el fortalecimiento institucional, así como la renovación  doctrinaria y programática que permita cobijar a perredeístas y ciudadanos en general en la bandera de rescate de la cosa pública.

El Congreso José Francisco Peña Gómez, con el apoyo de su Comisión Organizadora y todo el Partido, está llamado a redefinir su ideología, su espíritu unitario, su respeto a la institucionalidad, su organización y una plataforma de políticas públicas que deben ser sentidas como un producto colectivo y venderlo como tal a todos los sectores sociales que están sedientos de que termine esta pesadilla encabezada por el Partido de  la Liberación Dominicana.

Pero todo supone esfuerzos, sacrificios, capacidad de diálogo, tolerancia y decisión de retomar el camino de la unidad y la renovación para obtener el apoyo de todos  los dominicanos, a fin de recuperar el país que merecemos. Pero en ese proceso no se puede saltar el Congreso ni mezclarlo con luchas intestinas contingentes.

En estos tiempos de definiciones no hay dinero ni tiempo que pueda ser mejor utilizado que el requerido para que todos salgamos unidos a luchar por un país mejor, dispuestos a aceptar el veredicto de las mayorías  y a trabajar por organizar al partido y a la sociedad dominicana para aumentar su desarrollo y distribuir mejor el producto del trabajo colectivo.

El Congreso aprobado en la XXVII Convención del Partido es un paso indiscutible en esa dirección, como también lo será en su momento un proceso convencional, corto y confiable, porque si no hay Congreso no podrá haber convención exitosa ni acercamiento con otros sectores. Por lo tanto, nada habría que esperar en el 2012 y años sucesivos para ese gran partido libertario que es el Partido Revolucionario Dominicano.

Ese es el gran reto de la hora…

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