Sin consenso, la OEA intenta redefinir la lucha antidrogas

Sin consenso, la OEA intenta redefinir la lucha antidrogas

Antigua. Guatemala. AFP. Los cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA), debaten hoy en Guatemala estrategias frente al narcotráfico, divididos entre los países que buscan reforzar la guerra antidrogas impulsada por Washington y los que buscan cambiar el paradigma y avanzar incluso a la despenalización.  

Al abrir el debate en el 43 periodo de sesiones de la Asamblea General de la OEA, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, advirtió que la lucha contra las drogas debe ser una «política integral», pero sin renunciar a la represión y persecución policial. 

«Estados Unidos no pretende tener un monopolio sobre la mejor manera de controlar las drogas. No hay respuestas simples ni soluciones uniformes», dijo Kerry, ante el plenario de la asamblea, que se celebra en la ciudad colonial de Antigua Guatemala.

Por primera vez desde que Washington lanzó hace 40 años la guerra contra las drogas, los gobiernos de América discuten un cambio ante lo que consideran la evidencia del fracaso de esa estrategia: narcos cada vez más poderosos y cientos de miles de muertes asociadas a las drogas en América Latina, solo en México 70, mil en los últimos siete años y unos 20, mil anuales en Centroamérica. 

Un difícil consenso, Pero un cambio de enfoque aún está por verse.

El problema afecta a los países involucrados en todas las etapas  como producción, consumo y  tráfico, aunque con consecuencias distintas y con respuestas de los Estados igualmente diversas.

Los cancilleres discuten sobre la base de un informe elaborado por la OEA, por mandato de la Cumbre de las Américas de 2012 de Cartagena (Colombia), que acogió la idea del presidente guatemalteco, Otto Pérez, de buscar alternativas.

Pero también tienen frente a sí las experiencias de países como Uruguay, que quiere legalizar la producción y distribución de marihuana.  

«No hay justificación para despenalizar y legalizar las drogas. Los ciudadanos de las Américas no deben ser sometidos a semejante ignominia. No estamos de acuerdo en abrir espacios legales ni al consumo ni a la narcoactidad», dijo el representante permanente ante la OEA de Nicaragua, Denis Moncada, al defender la estrategia vigente. 

El estudio de la OEA, plantea cuatro escenarios independientes para enfrentar el flagelo de la droga: uno basado en el fortalecimiento institucional y la seguridad, otro en la atención desde la salud y las comunidades, el más osado en la despenalización de la marihuana y un cuarto en que los países de tránsito dedican recursos a sus problemas internos, en vez de estar parando la cocaína que va a Estados Unidos.  

Argentina y México abogaron por el reconocimiento de la corresponsabilidad en el problema, tanto de los países productores, de tráfico y consumidores de drogas, sobre todo de cocaína el principal del mundo Estados Unidos. 

«Compete a todos los países de la región evitar fomentar actividades que, como la producción y distribución de armas, a veces de gran sofisticación, terminan alimentando una espiral de violencia que ha cobrado demasiadas» víctimas, afirmó el canciller argentino, Héctor Timerman.  

Al pedir un «cambio de paradigma», Vanessa Rubio Márquez, subsecretaria de Relaciones Exteriores de México, estimó que sólo la acción coordinada «y basada en la responsabilidad compartida podrá acercarnos a esquemas que ubiquen al continente americano a la vanguardia» de la lucha antidrogas.  

Kerry defendió la estrategia antidroga del gobierno de Barack Obama como una política «balanceada» que toma en cuenta que sin una reducción de la demanda y atención del problema desde la salud,educación la prohibición y la acción policial «no pueden ser totalmente exitosas».  

Guatemala, que forma con Honduras y El Salvador el Triángulo Norte, la zona más violenta del mundo, aspira a que esta reunión acuerde una sesión extraordinaria de la Asamblea General en 2014 «para discutir y acordar alternativas integrales y eficaces para abordar ese flagelo», dijo el vicecanciller Carlos Morales.

«Un diálogo político al más alto nivel permitirá que la organización y nuestros gobierno accedan a mejores políticas y acciones concertadas», agregó.

Se llegue o no a un acuerdo, para Pérez y el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, la asamblea de dos días es histórica, pues al menos abrió la discusión de un tema que dijeron era considerado un tabú. 

EEUU y Venezuela se ven las caras, al frente de una delegación compuesta por los funcionarios que ejecutan la política antidrogas de Estados Unidos, Kerry se reunió con la canciller de Colombia, país que es el mayor productor de cocaína del mundo, pero la bilateral que más captó la atención fue la que sostuvo con Elías Jaua, el canciller de Venezuela, el principal crítico de Washington en América Latina. 

«No hemos hecho esto desde hace un tiempo», declaró Kerry en inglés; mientras Jaua, tras recibir la traducción, respondió en español: «es bueno que podamos hacerlo».  

Venezuela es el principal escollo diplomático para Estados Unidos, en América Latina, desde la presidencia del fallecido mandatario Hugo Chávez (1999-2013), mientras que Caracas considera que Washington se inmiscuye en sus asuntos internos y promociona conspiraciones en su contra. 

Los cancilleres tienen también sobre la mesa el largamente discutido proceso de reformas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a la que Venezuela y sus aliados como Bolivia, Ecuador y Nicaragua, acusan de plegarse a los intereses de Estados Unidos.  

Publicaciones Relacionadas

Más leídas