Sin flores en la OEA

Sin flores en la OEA

POR MELVIN MAÑON
El año pasado publiqué el siguiente párrafo en este mismo periódico como parte de un artículo sobre Koffi Annan. «En la página 357 del libro de Joseph Stiglitz (Premio Nobel de economía 2001) «LOS FELICES 90» se lee: «Y aunque en Estados Unidos a menudo se habla del *estado de derecho* su pretensión de instaurar medidas unilaterales refleja un rechazo del estado de derecho a escala internacional. Estados Unidos está a favor de unas reglas del juego globales, pero le preocupa que la Organización Mundial del Comercio o el Tribunal Penal Internacional puedan transgredir su soberanía.

En resumen está a favor del estado de derecho en la medida que se adapte a sus deseos». Me permito añadir las Naciones Unidas como uno más de esos organismos donde Estados Unidos predica lo que no practica, pero además, y a eso se refiere este artículo, donde la escogencia del Secretario General sigue lineamientos a tono con lo que EEUU espera de ellos». Debo añadir ahora que la candidatura del ex Presidente salvadoreño Francisco Flores a la Secretaría General de la OEA es otro caso en cuestión.

Los Estados Unidos impulsan vigorosamente a Flores y es el candidato que quisieran ver electo en la OEA después del fracaso escandaloso de Miguel Angel Rodríguez el exPresidente Costarricense que enfrenta cargos de corrupción en su país. Los Estados Unidos ya han conseguido que algunos países del patio centroamericano apoyen la candidatura de Flores y entre ellos y para vergüenza y torpeza figura nuestro propio país.

El señor Francisco Flores no califica ni siquiera como candidato. Si ese señor tuviera al menos una pequeña cuota de respeto por si mismo y por la entidad que aspira a dirigir no se presentara como candidato y esto por una sola, sencilla y poderosa razón.

Flores fue uno de los pocos presidentes latinoamericanos que apoyó la agresión de los EEUU a Irak y que además y a tono con esto envió tropas que aún permanecen en ese país. La guerra de Irak, como sabemos todos fue y sigue siendo ilegal. Las Naciones Unidas jamás emitieron una resolución que amparara el uso de la fuerza y menos aún el empleo de una fuerza tan abrumadora, desmedida e injustificada como la que descarga EEUU sobre Irak.

Alguien que apoyó la quiebra del derecho internacional para viabilizar esa guerra no puede ni debe dirigir una organización internacional cuya promesa -aunque reiteradamente fallida- es la de salvaguardar el orden y el derecho internacional a la escala de nuestra región. Si Flores apoyó a EEUU en una guerra ilegal en Irak -que es la verdadera razón por la cual la gente de Bush lo auspicia- mañana será perfectamente capaz de apoyar una invasión de EEUU a Cuba o de proponer una agresión contra cualquier otro país -Venezuela por ejemplo- cuyo gobierno no le guste a los americanos.

Si los dominicanos vivieron la humillación a que los expuso Hipólito Mejía en Irak, creo que visto lo que ha sucedido, nos merecemos que este país vote en la OEA por cualquier otro candidato y no por Flores. Y que no lo haga ni siquiera por su trayectoria derechista, sino y clara y concretamente por su respaldo a la violación y transgresión del derecho internacional, una de esas ficciones que aún protege ocasionalmente a los más débiles.

Si este país, sus intelectuales y sus gentes no hacen valer el derecho a rechazar, repudiar o simplemente declinar las presiones americanas, no solamente está cometiendo un error de justicia, sino y peor aún de juicio pues está harto demostrado que los EEUU, ni ninguna nación poderosa o débil respetan a quien no se da a respetar.

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