Vueltas, vueltas y más vueltas, ya siento que me mareo; reuniones aquí, reuniones allí y nada concreto. Postergando lo que irremediablemente debe llegar para que ellos (los miembros de los partidos) puedan seguir influyendo en un sistema cada vez más desgastado y en el que la sociedad cree menos; bastaría con salir a preguntar a la calle y los comentarios con los que nos encontraremos serian difícil de mencionar.
Nuevamente el balón está en las manos de los dos colosos de la política dominicana, ustedes sabes a quienes me refiero, esos bigotes se reconocen a kilómetros de distancia y en todo el país. Esta vez el consenso para la ley de partidos, se mantiene en el aire mientras uno dice primarias abiertas y el otro primarias cerradas. Pasa el tiempo, pasan los días, nada ocurre y mientras, de reunión en reunión la ley de partidos sigue en su mismo lugar, en una gaveta o como muy lejos llega al sobaco de un senador. Parecería que se está haciendo mucho mediáticamente para que concretamente todo siga igual. Aquí se está caracterizando un ejemplar minúsculo del gatopardo de Giuseppe Tomasi Di Lampedusa , que me hace recordar frases como esta : “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”. “¿Y ahora qué sucederá? ¡Bah! Tratativas pespunteadas de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual pese a que todo habrá cambiado”. “… una de esas batallas que se libran para que todo siga como está”.
En el caso de nuestra aldea, si los políticos siguen mareando al pueblo y no se ven pasos certeros hacia un sistema de partidos acorde con lo que quiere la sociedad, veremos a los partidos tan vacíos como los locales del PLD en tiempos no electorales…