San Juan de la Maguana
Maguana Tropical, la primera y única zona franca agroindustrial que se instala en este municipio, comenzó sus operaciones en el 2004 con un ciento por ciento de trabajadores dominicanos, pero 14 años después, de su planilla de 638 empleados, 348, un 54%, son haitianos.
Cada mes los ejecutivos de esa empresa, de origen israelí, se ven en la obligación de reclutar mano de obra haitiana, por lo que si cumplen con la Ley que establece un 80-20 no tendrán otra alternativa que cerrar sus puertas e irse a otro país de la región.
Esa empresa se dedica a la producción de ajíes de diferentes variedades para la exportación, la cual está ubicada en el kilómetro 8, carretera San Juan-Azua. En su planilla de empleados hay seis venezolanos.
De mantenerse la repatriación de haitianos, como demandan los grupos nacionalistas, al menos en esta provincia la actividad agropecuaria, en especial la agrícola, desaparecería en un 80%.
Para poner un ejemplo, solo en una finca sembrada de habichuelas, ubicada en el kilómetro 13, carretera San Juan-Las Matas de Farfán, los 30 obreros que hacían trabajos en el predio eran haitianos, incluido el capataz.
Producto del reforzamiento de la vigilancia que han establecido los organismos oficiales, Dirección General de Migración -DGM-, y los altos mandos militares del país en toda franja fronteriza de Elías Piña, decenas de cultivadores de habichuelas y de limones, están confrontando problemas para las labores de repaso, riego y la recolección de dicha fruta.
Hay mucha preocupación entre los empresarios agrícolas de este municipio, por la permanente campaña que han montado sectores minoritarios del país en contra de la presencia de haitianos, y no es para menos, porque la agropecuaria es su único medio de producción para cuya ejecución han incurrido en compromisos económicos, con las bancas formar e informar.
Para los productores agropecuarios de esta provincia, la presencia de haitianos en este país se ha convertido en un mal necesario, pues en esa actividad el 95% de los obreros proceden del vecino país, y de la construcción debe ser similar.
Un obrero haitiano. Leonelito Pie, un reclutador de obreros haitianos, decidió conversar con este redactor cuando terminaba su labor junto a otros compatriotas en una una finca sembrada de limones.
¿Por qué se ha reducido la presencia de haitianos en estos momentos, a tal punto que los propietarios de fincas confrontan problemas para realizar las tradicionales labores?
“Bueno, mire, muchos de los que logran cruzar la frontera, porque ahora hay mucho guardia, se la arreglan para, en vez de quedarse aquí, trabajando en las fincas, se van para las zonas turísticas, otros optan por la construcción, están más cómodos y ganan más”.