La independencia de la Reserva Federal podría saltar por los aires si Donald Trump continúa despreciando el trabajo técnico del organismo y si los agentes llegan a pensar que actúa con miedo. La buena noticia es que ha sido lo contrario, la Reserva Federal se apoyó exclusivamente en los datos de la economía cuando, sin importar los ataques, continuó con su calendario de vuelta a la normalidad monetaria. No obstante revisar hacia la baja el crecimiento de la economía, aumentó los tipos de interés en 0.25%, el cuarto incremento del año, situando el precio del dinero entre 2.25% y 2.50%.
Resalto lo anterior por el comportamiento también independiente de nuestro Banco Central. En ausencia de peligro inflacionario, junto a la estabilidad de la política monetaria que aporta un apoyo importante a la actividad económica, fueron las razones por las que la semana pasada decidió mantener su tasa de interés de referencia en 5.50% anual.
No había motivos para encarecer el precio del dinero. La inflación está bajo control y con tendencia a la baja, lo demuestra la cesta de la compra, se redujo en noviembre, el índice de precios al consumo registró una caída de -0.35%, compensando y algo más el aumento de 0.22% registrado el mes anterior.
La tasa anual de inflación pasó de 3.52% en octubre a 2.37% en noviembre, por debajo del límite mínimo de la meta de 4.0 % ± 1.0 %. La desviación más importante se produjo en el componente transporte, disminuyó en -1.19% por el abaratamiento del petróleo. Otra realidad, la baja y estable inflación que se debe, además, al buen manejo de la política monetaria, se ha enroscado en la economía dominicana, contribuyendo a mejorar el poder adquisitivo de trabajadores y pensionistas.
La reducción de la cesta de compra estimuló la demanda, los consumidores gastaron la mayor parte de la ganancia inesperada, lo que incidió en el ciclo económico, el PIB aumentó 6.9% en los primeros nueve meses del año, con pronóstico de que cerrará en 6.3%, por encima de su potencial, coincidiendo con lo estimado por la Cepal.
El 2019 se iniciará con buenas informaciones, por un lado, los expertos coinciden en que continuará el abaratamiento del petróleo, el viernes el WTI se cotizó en 46.13 dólares, y por otro lado, los préstamos privados en pesos interanual crecen 11.8%. Es decir, por lo menos durante el primer trimestre continuarán siendo motores de las actividades económicas.
No obstante la fortaleza del dólar al haber debilitado la mayoría de las monedas latinoamericanas en 2018, por la baja y estable inflación, nuestro peso perdió 4.09% de su valor al 20 de diciembre, depreciación programada por las autoridades a comienzos de año.
Finalmente, el control de la inflación y de la devaluación explican por qué, también a diferencia de la mayoría de países latinoamericanos, no tenemos un trastorno obsesivo compulsivo por el dólar. Y que República Dominicana sea uno de los países menos dolarizados, donde en términos relativos menos billetes de dólar es necesario comercializar en el mercado, mensual un promedio de 0.38 centavos de dólar per cápita. Dicho al revés, donde mayor demanda tiene su moneda, el peso