Las mujeres pertenecen a todos los lugares donde se toman decisiones. No debería ser que las mujeres sean la excepción». La frase es de la histórica jueza estadounidense Ruth Bader Ginsburg, ícono feminista. Convencida que esto es sine qua non para la democracia, la Junta Central Electoral organizó, vía su Comisión de Políticas de Igualdad de Género, que dirige la magistrada Patricia Paniagua Lorenzo, la segunda Cumbre Nacional de Mujeres Políticas.
Allí dictamos la conferencia “Cobertura de Medios de Comunicación en Campañas Electorales con Perspectiva de Género” y presentamos una guía que elaboramos como parte de un equipo consultor formado, además de mí, por Jolie Ventura y Stalin Montero; las comprometidas abogadas Laura Hernández Fondeur, Isabel Alba y Janna Cruz y el talentoso y multidisciplinario equipo de comunicación que dirige Suedi León Jiménez.
La cumbre evidenció el compromiso de la JCE con la representación paritaria en los liderazgos políticos, demostrado en medidas como la resolución 12-2023 que reitera la distribución de la proporción de género ( 40% y 60%) por demarcación electoral.
Puede leer: Abinader se afianza con 63.8% de aceptación y un 52.7% para ganar en primera vuelta, según nueva encuesta
Pero también sirvió de escenario para recordar la deuda del Estado dominicano con la participación política de las mujeres. De hecho, las dominicanas esperaron su derecho al voto 98 años tras la fundación de la República. Justamente, esta cumbre fue celebrada en el marco del 81 aniversario del Sufragio Femenino.
Sí, hemos avanzado. ¡Loor a las sufragistas! Pero todavía persiste subrepresentación en espacios de toma de decisiones.
Aunque somos 51.1% del padrón, dirigimos sólo 3 de 24 ministerios; 12% de las alcaldías y somos apenas 24.2% en la Cámara de Diputados y 12.5% en el Senado.
Los medios son parte del problema y de la solución. Las coberturas mediáticas sin perspectiva de género reproducen estereotipos que violentan derechos. La guía identifica esos estereotipos de género. Por sólo citar algunos ejemplos: A Nancy Pelosi se le acusó de dejar las tareas “mundanas” del hogar a su marido; de Hillary Clinton y Cristina Fernández se destacó más su vestuario que sus discursos y de Kamala Harris y Keiko Fujimori se dijo que simplemente heredaron el poder de Obama y Fujimori.
Para cambiar las narrativas machistas, la guía que presentamos provee herramientas y buenas prácticas para visibilizar a las mujeres, nombrándolas cuando estén y destacando sus ausencias cuando no sean tomadas en cuentas; sin lenguaje sexista; auditando a las organizaciones políticas y al Estado sobre cumplimiento o no de normas, resoluciones y leyes a favor de la equidad de género, buscando datos y desglosando información por sexo para evidenciar aportes pero también carencias, entre otras.
Invitamos a periodistas, organizaciones políticas, sociedad civil y mujeres candidatas a usar estas herramientas que están disponibles en la JCE. Y es que como tantas veces ha dicho el magistrado presidente, Román Jáquez, ¡Sin mujeres, no hay democracia!