Similar a una pesadilla, la falta de ordenamiento territorial da dolores de cabeza, a quienes entienden que el Estado dominicano falla gravemente. Vemos implementar políticas de desarrollo industrial sin plan nacional de ordenamiento del territorio: en la costa sureste, próximo al litoral desde el Puerto Multimodal hasta San Pedro se ubicaron varias cementeras que mueven sus patanas hacia el puerto que alberga a sus entrada/salida múltiples industrias de gran escala (caña de azúcar, planta energética, destilería, zona franca). Es muy preocupante que estas localizaciones, todas en relación estrecha con el mar Caribe, no tengan estudio de impactos ambientales acumulativos porque si es cierto que proveen de empleos industriales a la demanda de la zona, no menos cierto es que no se contabilizan sus impactos negativos como ocurre en el transporte vial, en la vida útil de las carreteras, puentes, la contaminación atmosférica, de los suelos, ruido y peligrosidad. Además de los impactos ecológicos, debe preocupar los impactos socio-territoriales y si analizamos y miramos del otro lado, el desarrollo industrial de la costa suroeste, desde Haina, San Cristóbal, Palenque hasta la bahía de Ocoa y Azua, nos invaden esas mismas inquietudes.

En ese litoral vimos surgir en Puerto Viejo una terminal de gas licuado y su consecuente transporte vial en todo el litoral Sur, nació entre montes y bayahonda una cementera absolutamente obsoleta, verdadera ahumadora del siglo pasado que tiñó de un polvo blanco todo a la ronda y congestionó la carretera del Sur con sus patanas infernales.

Hoy nos anuncian la ubicación de una planta a carbón en Baní ¿y nos preguntamos, donde será el puerto receptor del carbón de Colombia o Venezuela? Azua, Calderas, bahía de Ocoa? entonces veremos más patanas en la carretera del Sur, más peligro y más ruido. No muy lejos de esa planta a carbón, una cementera opera desde algunos años, que no solo contamina, sino que está cerca de las playas de Najayo y Palenque.

Y siguiendo esa costa, nos encontramos con el puerto de Haina y la zona industrial, sin controles ambientales, peligrosa siempre, impune, con una población en sus alrededores, indefensa y expuesta a cualquier catástrofe ambiental.

Sin controles ambientales, sin estudios de impactos acumulativos, sin plan regional de ordenamiento territorial, el país contamina el mar Caribe y expone peligrosamente su población. Es urgente modernizar el Estado dominicano, estamos creando un infierno en el litoral Sur de nuestra isla.