Australia.- Al menos cinco personas han muerto a causa de la erupción este lunes del volcán Whakaari, en una isla deshabitada en el noreste de Nueva Zelanda donde se encontraban medio centenar de turistas, mientras que la policía indica que no hay signos de supervivientes en el lugar.
“Con la información que tenemos, no creemos que haya ningún superviviente en la isla”, indicó la policía en un comunicado tras realizar un vuelo de reconocimiento sobre la isla, donde una veintena de personas fueron rescatadas.
La policía informó de que está trabajando con urgencia para confirmar el número exacto de personas que han muerto, además de los cinco fallecidos confirmados, así como la identidad y nacionalidad de las víctimas.
Previamente, el subcomisario de Operaciones Nacionales de la Policía, John Tims, explicó en una rueda de prensa que “debido al alto riesgo, los equipos de emergencia no pueden acceder a la isla (…), que permanece inestable y con posibilidad de nuevas erupciones».
La erupción ocurrió a primera hora de la tarde del lunes con la expulsión de rocas y una gran nube de ceniza sobre la isla de Whakaari, también conocida como White Island y que se encuentra a 48 kilómetros al este de la isla Norte.
HERIDOS CON QUEMADURAS
Un grupo de excursionistas se encontraban cerca del cráter minutos antes de la erupción, según imágenes de una cámara de seguimiento instalada en la zona. Las autoridades cifraron en menos de 50 el número de turistas neozelandeses y extranjeros que se encontraban en la isla en el momento de la explosión, y revelan que todavía hay un número indeterminado de “personas sin localizar».
AVIÓN EN BUSCA DE SUPERVIVIENTES
El Ejército de Nueva Zelanda indicó que un avión de reconocimiento Orion sobrevuela el terreno en tareas de búsqueda de posibles supervivientes. “Nuestros pensamientos están con aquellos afectados en este momento”, declaró la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, quien viajó esta noche a la ciudad de Whakatane, próxima a la isla donde se asienta el volcán.
Michael Schade, uno de los turistas testigos de la erupción, mostró en la red social Twitter a través de varios vídeos cómo el barco en el que viajaba había zarpado de la isla minutos antes de la explosión. En las imágenes se aprecia la enorme columna de humo, que según los expertos alcanzó los 3.000 metros de altura, que sale desde la caldera mientras varias personas son rescatadas desde un pequeño muelle de la ínsula volcánica cubierta por un manto grisáceo.
“Esperamos quemaduras, problemas respiratorios, lesiones en la cabeza, fracturas de huesos por el impacto de rocas”, entre otras lesiones, describió a la emisora Newstalk ZB la directora de operaciones de St. John, Norma Lane.