POR GERMAN MARTE
Si el gobierno no le diera al sector eléctrico los más de US$500 millones que tiene programado para este año, el país se apagaría, advirtió ayer el Superintendente de Electricidad.

Francisco Méndez afirmó que la industria eléctrica “vive” por los aportes del Estado.

Dijo que una situación similar ocurrió durante la administración pasada, cuando en febrero del 2004 a las autoridades se le agotaron los recursos para darle al sector y no tenían otra alternativa que dar apagones, pues los niveles de cobro estaban en el suelo, “la misma situación que nosotros tenemos”.

Adujo que mientras las distribuidoras no puedan cobrar más que el 50% de la energía que sirven, el país seguirá cayendo en el círculo vicioso de los apagones financieros que generan las deudas con los generadores, pues estos no pueden comprar combustibles y por tanto no se puede generar la energía para suplir a la población, la cual –al no recibir el servicio- no se siente motivada a pagar. Méndez, quien fue el invitado del Almuerzo Semanal de los Medios de Comunicación del Grupo Corripio, subrayó, asimismo, que hay aspectos de la ley de energía que son inaplicables actualmente.

Uno de estos aspectos, según el funcionario, es el que establece que las empresas deben compensar 150 veces la energía que dejen de suministrar a los clientes.

“Si las distribuidoras hoy día no son capaces de pagar la energía real que compran a los generadores y que suministran a los usuarios y no la cobra, -y por eso los US$500 millones que el gobierno destinó para las distribuidoras en este año- imaginémonos que tenga que pagar 150 veces las horas de no suministro que le de a un barrio”, manifestó el funcionario.

Por ejemplo, agregó Méndez, que cuando se diseñó el Programa de Reducción de Apagones (PRA) con un subsidio generalizado para los barrios carenciados el esquema establecía que se iba a suministrar 18 horas de energía y seis de interrupciones. Y casos como estos no hay posibilidad económica de compensar eso.

Manifestó que cuando se concibió la reforma de la industria eléctrica, se partió del convencimiento de que en manos del Estado, la empresa distribuidora era incapaz de cobrar.

Méndez calificó como muy simplista el razonamiento de que los problemas del sector eléctrico se deben a la falta de una institución (Superintendencia de Electricidad) más fuerte. Y alegó que el país tiene problemas ancestrales en el sector energético que deben ser desmontados gradualmente.

Precisó que la Corporación Dominicana de Electricidad cobraba US$400 millones en 1992 y el gobierno tenía que darle US$200 millones.

En el país siempre ha habido el problema de que la industria eléctrica no produce los recursos suficientes, adujo el Superintendente.

Asimismo, señaló que hay problemas como los contratos IPP (productores independientes) que son previos a la reforma, pero hay que reconocerlos, a pesar de que representan una carga.

Estos contratos debieron vencerse este año, pero fueron renegociados y aunque representan una carga, las actuales autoridades tienen que reconocerlos, porque el Estado tiene continuidad, aseveró.

Sostuvo que para poder regular el sector eléctrico, primero tiene que existir la industria como tal, “una Superintendencia de Bancos, sin bancos no tiene sentido; una Superintendencia de Electricidad, sin una industria eléctrica no tiene sentido”.

Manifestó que durante la administración pasada se enviaron señales erróneas que al ser captadas por la población generaron más problemas, pues la gente se resiste a pagar la energía. Tal es el caso de comerciantes que pretenden que se les subsidie la electricidad por el hecho de estar ubicados en un barrio determinado.

Indicó que todavía se da el caso de que muchos colmadones tienen sus freezer en barrios que reciben la energía subsidiada a través del PRA, pero comercializan las bebidas en otros sectores, y lo mismo ocurre con grandes talleres. No obstante, aseguró, las distribuidoras están regularizando esos casos.

Tras señalar que en los barrios donde se implementa el PRA los niveles de cobros son muy bajos, el Superintendente dijo que de los US$500 millones que el gobierno presupuestó para subsidiar el sector eléctrico, US$80 millones corresponden a ese programa.