Sincronización social

Sincronización social

Un metrónomo es un aparato utilizado por los músicos para medir el tiempo.  El número de veces que completa un ciclo en un minuto es su frecuencia y el aparato permite modificar esa frecuencia a voluntad.

Un conjunto de metrónomos vibrando a diferente frecuencia es una buena metáfora de una sociedad en la que permanentemente cada ser humano vibra, siente, se comunica y actúa siguiendo los caminos de una compleja realidad que, incluyendo el libre albedrío, termina produciendo una conducta.

Navegando en regiones ignotas de la web encontré un video de “Youtube” (http://www.youtube.com/watch?v=W1TMZASCR-I) que nos presenta una sociedad de cinco metrónomos vibrando a diferentes frecuencias y en una hermosa metáfora nos da las pautas para que logremos la sincronización.

Vale decir, para que aún cuando cada uno de nosotros esté vibrando a distinta frecuencia, nuestros esfuerzos personales se sincronicen con el esfuerzo de los demás y entren en fase.

El asunto es como sigue: Los metrónomos están apoyados sobre una tabla y la tabla está sobre una mesa. En la mesa hay también dos latas de refresco colocadas paralelas y  de manera tal que puedan girar sobre la mesa.

El experimentador espera un tiempo para demostrar que mientras los metrónomos están sobre la mesa no se sincronizan, luego coloca la tabla con los metrónomos sobre las latas de refresco que permiten el giro y luego de un tiempo los metrónomos están sincronizados.

Físicamente lo que sucede es que cada metrónomo, obedeciendo a Newton, le comunica a la tabla donde está apoyado, una cierta fuerza con cada “tic” de su cambio de sentido. Si la tabla está apoyada sobre una superficie con gran fricción, como la que existe entre la tabla y la mesa, ésta fricción se encarga de asumir todas esas fuerzas y los metrónomos no se sincronizan.

Por otra parte, si la tabla está apoyada sobre una superficie con poca fricción, que es lo que simula el apoyo sobre latas de refresco, entonces la tabla le dice a los metrónomos: “No puedo complacerlos a todos al mismo tiempo, por favor, pónganse de acuerdo o tendré que buscar un único ritmo para todos.”

Los metrónomos somos cada uno de nosotros en la sociedad. La tabla es la trama social que nos vincula y que debe ser fuerte porque si no hay fricción entre la tabla y los metrónomos éstos andarían a su antojo y no habría posibilidades de sincronización.

El conjunto de metrónomos y tabla, es decir, de seres humanos y trama social debe estar apoyado sin fricción sobre la vida.

¿Cuáles son nuestras latas?

Las acciones que van a favor de la vida reducen la fricción: Equidad y justicia, reducción de la brecha entre ricos y pobres, tolerancia. Acciones todas que nos sincronizan. Las latas existenciales hay que buscarlas en la filosofía, en la religión, en los Evangelios.

Tenemos que encontrar nuestras latas existenciales para garantizar que nuestros esfuerzos se sincronicen en una sociedad apoyada sin fricción sobre la vida.

m.berges@centrojuanxxiii.org

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