El presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Rafael Abreu, sostuvo que respalda plenamente el editorial del periódico Hoy de ayer lunes, donde se clama por reglas claras y permanentes con relación a los conflictos obrero-patronales, de manera que se evite la práctica de los embargos ilegales a empresas.
En ese sentido, Abreu admitió que hay grupos de abogados que se dedican a cazar casos de conflictos laborales para beneficio propio, como han denunciado sectores empresariales.
Abreu calificó esta situación de peligrosa para la economía.
Hay abogados de estos que tienen buscones, quienes en la misma puerta de salida del Ministerio de Trabajo abordan al trabajador, toman el expediente de éste sobre algún tipo de queja contra el patrono y lo hacen firmar un poder de demanda contra la empresa donde labora, sostuvo.
Los buscones le llevan el poder a un abogado de los que se dedican a practicar los citados embargos, dijo Abreu.
Se trata de la compra de casos de conflictos laborales por los cuales al trabajador se le pagan sumas irrisorias de dinero, dijo.
En muchos casos el trabajador ni siquiera sabe lo que está firmando, dijo. Nosotros nos oponemos a esa práctica.
Para atacar ese flagelo Abreu recomendó que se cree una instancia de conciliación, mediante la cual se busque la avenencia fuera de los tribunales.
En ese sentido entiende que debe establecerse una instancia dependiente del Ministerio de Trabajo para la conciliación de los conflictos entre trabajadores y patronos.
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Revisión Código
La sugerencia de Abreu de que se establezca un mecanismo para dirimir los conflictos obrero-patronales fuera de los tribunales requiere una corrección del Código de Trabajo en ese aspecto, afirmó el sindicalista.
Sin abogados
El mecanismo para dirimir conflictos que propone Abreu no requiere de la participación de abogado, pues la avenencia se buscaría mediante el diálogo entre el patrono y el trabajador, con la mediación de especialistas del Ministerio de Trabajo.