POR LEONORA RAMÍREZ S.
Las demandas de los transportistas, entre ellas el subsidio al precio del pasaje, se hacen necesarias por la falta de una política de transporte público, manifestó Ramón Pérez Figuereo, presidente de la Confederación Nacional de Transportistas Unificados (CNTU).

A juicio del gremialista empresarial, una prueba de la inexistencia de planes para enfrentar los problemas del transporte público es la creación de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), entidad que según él solamente se dedica a la construcción del Metro de Santo Domingo.

“De lo que se trata es de crear nuevas instituciones para manipular el sistema de transporte público, nosotros no hemos estado por encima de la ley, hemos hecho muchas propuestas. Si hay una preocupación por el caos en el tránsito en la ciudad de Santo Domingo la solución más viable era la construcción de tres grandes terminales, cuya inversión es menor que la del metro”.

Otra prueba de la ausencia de planes coherentes de parte de las instituciones gubernamentales que intervienen en el sector transporte es, de acuerdo con Pérez Figuereo, el haberse descontinuado el control del servicio de los carros del concho mediante las rotulaciones que dispuso la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET).

“Después decidieron el cambio de placas, y como no las tenían comenzaron a remolcar los vehículos al Cinódromo, por eso decimos que no hay una política integral de transporte porque a ningún gobierno le ha interesado”.

En el mismo contexto cuestionó que las autoridades no revisen la Ley General de Hidrocarburos la cual, a su entender, representa un obstáculo para los transportistas porque, debido a la carga impositiva que tiene, incrementa los costos operacionales de los choferes del transporte público.

Juan Hubieres, presidente de la Federación Nacional de Transporte La Nueva Opción (FENATRANO), manifestó que la elaboración de planes de desarrollo para el sector transporte depende de la voluntad del gobierno.

“Porque esta política debe incluir la construcción de terminales para el transporte urbano e interurbano, la reparación de calles y avenidas, la sincronización de los semáforos, la creación de una policía especializada, de una secretaría de transporte, y subsidiar los pasajes debido al incremento de los costos operacionales”.