Por JOHN LEICESTER
PARIS (AP) _ Los sindicatos franceses, envalentonados por una manifestación de millones y una huelga nacional, pidieron al presidente Jacques Chirac que intervenga en el asunto de la controvertida ley laboral y se reunieron el miércoles para planificar la continuidad de la protesta.

   La presidencia dijo que Chirac expresará en los próximos días su posición sobre los aspectos más polémicos de la ley de contrato del primer empleo. Hasta ahora, Chirac ha respaldado al primer ministro Dominique de Villepin, autor de la ley, pero las presiones para que el premier anule la ley han alcanzado una magnitud sin precedentes.

   Los sindicatos más poderosos se reunieron el miércoles por la tarde para planificar las próximas medidas después que más de un millón de manifestantes tomaron las calles en las principales ciudades de Francia y una huelga trastornó los transportes de pasajeros además de cerrar la Torre Eiffel.

   Los sindicatos resolvieron enviar una carta a Chirac para que reabra el debate parlamentario sobre la ley de empleo, pero anulando previamente el contrato, que facilita el despido de trabajadores menores de 26 años durante los primeros dos años de empleo, informó el sindicato Force Ouvriere (fuerza obrera).

   Los sindicatos y organizaciones estudiantiles han atacado a Villepin por hacer aprobar la ley en la cámara baja del parlamento el mes pasado.

   Una salida posible podría suceder el jueves, cuando el Consejo Constitucional debe decidir si la norma es acorde con las leyes internacionales del trabajo.

   El dirigente estudiantil Bruno Julliard dijo que una decisión del consejo de nueve miembros, que resuelve sobre la constitucionalidad de las leyes, de anular el contrato sería una salida del pantano.

   «Todos sabrían que sería un rechazo del gobierno, por lo tanto sería una manera de salir de la crisis», dijo Julliard en entrevista telefónica con The Associated Press.

   Mientras tanto, añadió Julliard, los estudiantes piensan diversificar sus medidas de lucha con bloqueos en aeropuertos y estaciones ferroviarias.

   El miércoles grupos de jóvenes bloquearon el tráfico en una gran arteria de circunvalación en la ciudad de Rennes.

   Si bien Villepín se mantiene firme, han aparecido amenazas de división en su gobierno.

   El ministro del Interior Nicolas Sarkozy, que aspira a la presidencia el año próximo, se distanció claramente de Villepin al sugerir que se suspenda el contrato mientras se realizan negociaciones.

   «Cuando hay un malentendido, hay que buscar un arreglo. Esta palabra no es una mala palabra», dijo Sarkozy en una entrevista con el diario Parisien publicada el miércoles.