Sindicatos preparan protestas y gobierno busca acuerdos en Bolivia

Sindicatos preparan protestas y gobierno busca acuerdos en Bolivia

LA PAZ (AFP) – Sindicatos de obreros, médicos y paramédicos se preparan para retomar esta semana sus protestas callejeras para exigir un incremento salarial superior al 8% y en rechazo al aumento de la jornada laboral, mientras el gobierno busca acuerdos para resolver los conflictos.

Los obreros, en torno a la Central Obrera Boliviana (COB, izquierda), el sindicato más grande del país, exigen al gobierno que el aumento de sueldos supere el 8% y plantean un salario mínimo nacional de 1.050 dólares, casi 10 veces más que el monto actual.

El sector médico sostiene por sexta semana una huelga indefinida, pues se niega a aceptar un decreto presidencial que aumenta la jornada laboral de 6 a 8 horas sin una retribución económica.

«Estamos esperando que se abrogue el decreto de las 8 horas, sino se abroga seguimos con la movilización y las protestas. La solución del problema depende del gobierno», dijo a la AFP el máximo dirigente del Sindicato de Ramas Médicas en Salud (SIRMES), Eduardo Chávez.

«Si se abroga el decreto inmediatamente se suspende la huelga, pero mientras tanto seguimos con las movilizaciones», como marchas callejeras en las principales ciudades del país y cortes temporales de carreteras interdepartamentales, acotó.

Tanto los sindicatos afiliados a la COB, hasta hace poco aliada del presidente izquierdista Evo Morales, como el sector salud, impulsaron una huelga de 72 horas del miércoles al viernes pasado, con protestas que provocaron choques callejeros con la Policía y dejaron una veintena de heridos.

El objetivo de los sindicatos es retomar sus protestas esta semana, aunque los más influyentes ministros de Morales, Juan Ramón Quintana (presidencia) y Carlos Romero (Interior), despliegan intensas gestiones para dialogar con la COB y con los médicos para desactivar las protestas.

El ministro Quintana se reúne este domingo con la COB en La Paz y Romero en Santa Cruz (este) con los médicos.

«Una de las prioridades es resolver el tema de la salud, ojalá sea un diálogo que permita flexibilizar las posiciones rígidas y podamos avanzar para beneficiar a los bolivianos y bolivianas que cada día requieren servicios de salud», afirmó Quintana, entrevistado por la red gubernamental de medios.

El oficialismo también maneja otra carta bajo la manga.

Si es que no se alcanzan soluciones por la vía del diálogo, los sindicatos de cocaleros y indígenas quechuas y aymaras, los más leales aliados políticos del presidente Morales, amenazan con convocar esta semana marchas callejeras en apoyo al gobierno, pues -creen- que hay un proceso político de desgaste.

«Instruimos a nuestras direcciones sindicales a estar alertas para movilizar de manera masiva y permanente con bloqueos de caminos, cercos de todas las ciudades, en caso de que el sector salud, el magisterio y los universitarios no dialoguen hasta llegar a una solución», afirmó el máximo líder del poderoso sindicato campesino CSUTCB, Julián Jalá.

Según el líder sindical, «hay un proceso para desgastar el proceso de cambio y revolucionario encabezado por el compañero Evo Morales, hay conspiradores, esos partidos políticos de derecha».

El influyente diputado oficialista Roberto Rojas acusó a los opositores, Movimiento Sin Miedo (MSM, centroizquierda) y Unidad Nacional (UN, centroderecha) de apoyar las manifestaciones sindicales, porque «están queriendo hacer un golpe de Estado a nuestro gobierno, al presidente Evo Morales. Hemos hecho ese análisis».

El líder del MSM y exaliado de Morales, Juan del Granado, replicó que «el oficialismo deje de ver fantasmas y que se dedique a solucionar los problemas del país».

Los conflictos sociales han tenido condimento político, pues Morales, Del Granado y el líder de UN, Samuel Doria Medina, son precandidatos para las elecciones presidenciales de 2014.

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