Muchos recuerdan y alertan sobre el consumo de bebidas alcohólicas cuando estamos en algunas épocas del año en que el consumo se dispara como ocurre en las fiestas navideñas y de fin de año y la Semana Santa. Sin embargo, el problema del consumo excesivo de alcohol es un problema global, permanente, creciente y de terribles consecuencias. Generalmente no se le incluye entre las drogas, pero lo es e, incluso, la más mortífera y peligrosa. La OMS ha señalado que solo en este continente en el 2012 el consumo etílico había sido responsable de la muerte de una persona cada 100 segundos, ello significa la muerte de 36 individuos por hora y311 040 anuales. Una verdadera masacre con toda la secuela de dolor y luto que ello conlleva. Sin embargo, a nivel mundial cada año son víctimas, de una u otra forma, del alcohol más de 3 millones de personas por una droga legal que, consecuentemente, es la más consumida. Cuando se habla de drogadicción casi nadie piensa en el alcohol. Sin embargo, múltiples estudios muestran que es más perjudicial que la heroína, la marihuana y el crack. Un estudio reciente en el Reino Unido señalaba que por el consumo de marihuana habrían muerto dos personas en el mundo pero que en Inglaterra fallecían 150 mil personas cada año por la ingesta de alcohol.
El alcohol daña gravemente al consumidor pero también a quienes lo rodean aunque no tengan nada que ver con él porque genera violencia, accidentes, agresión doméstica, incluyendo feminicidios. Además, los expertos han identificado hasta 200 enfermedades correlacionadas con el consumo excesivo de alcohol: problemas cardiovasculares, cáncer, problemas psicológicos y psiquiátricos, entre muchas más, además de VIH Sida y tuberculosis, estos por descuido con la protección. Destruye familias, separaciones, disminuye autoestimas. Cada vez está más documentado las consecuencias socio económicas al presionar a los servicios de salud y seguridad social, con incontables días de internamiento hospitalario y hasta por lo que se hado en llamar “depresentismo”, el bajo rendimiento en el trabajo por efectos de una resaca, muerte adelantada de trabajadores que todavía tendrían años de aporte laboral. Un estudio en Estados Unidos hace unos años mostró que por el consumo de alcohol en un año había provocado un costo de 224 mil millones de dólares, de los cuales el 72% fue por pérdidas de productividad. La OMS alerta que el consumo es más peligroso aun en bebedores ocasionales.
El promedio mundial del consumo de alcohol puro – considerando el contenido en cada bebida ingerida – es de 17.2 litros por cada habitante. Sin embargo, la OMS señala que ello corresponde a solo el 38.9% de las personas que son las que beben; así y todo un 6% de las muertes en el mundo se deben al alcohol. En Latinoamérica los que más beben son Chile con 9.6 litros de alcohol puro, Argentina, 9.3 y Venezuela 8.9 y los que menos beben Cuba, 5.2; Nicaragua 5.0; seguidos por Honduras, Guatemala y El Salvador con 4.0, 3.8 y 3.2 respectivamente. RD registra 6.9.