Síndrome Burnout: profesionales de la salud y educación

Síndrome Burnout: profesionales de la salud y educación

Previo a emitir nuestra opinión sobre el tema, queremos edificar a la sociedad sobre el significado del mismo. El síndrome de Burnout consiste en un cansancio emocional y deshumanización en personas que trabajan con pacientes y alumnos, llámense enfermeras, médicos o maestros.

Mi preocupación por el tema es el ver cómo este incide en el trabajo que realiza esta clase profesional combinada con su baja calidad de vida y las contantes demandas en busca de mejorías.

Situación que sin duda genera síndrome de Burnout en sus diferentes dimensiones, afectando de manera directa a sus receptores: pacientes y alumnos, y por ende, el estado físico y mental del propio profesional.

La deshumanización y actitudes insensibles frente al dolor del paciente y al desinterés del estudiante por el estudio, la falta de cooperación entre compañeros son factores que caracterizan a las enfermeras y maestros que estén pasando por la crisis de Burnout; no obstante, están obligados a enfrentar por obligación laboral.

He aquí donde sus organizaciones deben intervenir para evitar que el problema sea mayor y llegue al extremo de improductividad e incapacidad para continuar desempeñando sus labores con eficiencia.

La organización debe tratar de identificar en sus profesionales los síntomas del Burnout para de inmediato tomar medidas que detengan la tendencia de este mal tan nocivo para esa clase profesional tan importante para una sociedad.

Algunas causas que desencadenan situación de Burnout: puestos de gran atención al público, exceso de responsabilidad, turno de trabajo largo, sobrecarga laboral, hacinamiento, tratar personas malhumoradas, precarias condiciones de trabajo, bajos salarios, ser objeto de vejaciones, órdenes autoritarias.

Para prevenir esta enfermedad y evitar que llegue a niveles de alto riesgo para las personas que tratan, y la propia, sugerimos estas acciones:

– Disminuir la burocratización en las instituciones,

– Flexibilizar la carga laboral,

– Reducir el hacinamiento y ruidos innecesarios,

– Determinar un número adecuado de pacientes o alumnos a atender,

– Eliminar factores que generen presión emocional,

– Mejorar la calidad de vida del docente, enfermera,

– Desarrollar programas para aprender a enfrentar situaciones de estrés,

– Fortalecer las relaciones humanas y valores de la familia,

– Revisión de los estilos de dirigir a las personas,

– Implementar políticas preventivas y terapéuticas de apoyo al personal,

– Apoyar a los empleados en los problemas laborales.

 

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