Síndrome de “burn out”

Síndrome de “burn out”

El personal médico y de enfermería que trabaja en los centros de salud, por lo general, sufre de agotamiento emocional, deshumanización, estrés físico y falta de realización personal, entre otros síntomas, en lo que se conoce como síndrome de “burn out”.

Éste fue uno de los temas analizados durante la Jornada Nacional e Internacional de Humanización de la Salud, realizada recientemente por iniciativa del Despacho de la Primera Dama, tomando como base su línea de acción estratégica para apoyar las políticas sociales del Gobierno y el compromiso que tiene el país con el cumplimiento de los objetivos del milenio para el desarrollo sostenible al año 2015.

La conferencia titulada Síndrome de “burn out” estuvo a cargo del licenciado Andrés Valero García, quien habló en representación de la Asociación de Enfermería Solidaria y del Colegio de Enfermería de Valencia. La actividad fue realizada en el marco de la cooperación interinstitucional con estas instituciones españolas y contó con el apoyo de la Escuela Valenciana de Estudios de la Salud, la Dirección Nacional de Enfermería de la secretaría de Salud Pública y la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

El objetivo es desarrollar un proceso de capacitación dirigido a sensibilizar a los profesionales, técnicos y auxiliares de salud en torno a la humanización como estrategia para mejorar la atención en los servicios de salud y contribuir con el cumplimiento de los objetivos del milenio para el desarrollo sostenible.

“Burn out”   

La identificación con la angustia del enfermo y de sus familiares, lo cual reactiva los conflictos propios y la frustración de su perspectiva diagnóstica terapéutica con relación al enfermo.

Destaca que los factores que más inciden en la aparición del “burn out” son la edad, el sexo, estado civil, la turnicidad y antigüedad laboral, así como el salario y la sobrecarga laboral de los profesionales.

El especialista explica que entre las manifestaciones mentales destacan el sentimiento de vacío, agotamiento, fracaso, baja autoestima, impotencia, baja realización personal, nerviosismo, dificultad en la concentración y baja tolerancia a la frustración.

En cuanto a las manifestaciones físicas del “burn out”. Valero señala que se producen cefaleas (dolores de cabeza), insomnio, alteraciones gastrointestinales y taquicardias, entre otras.

Se presentan signos conductuales, tales como conductas adictivas, aumento del consumo de café, alcohol, drogas, ausentismo laboral, bajo rendimiento, distanciamiento afectivo con los enfermos y compañeros, así como frecuentes conflictos dentro y fuera de la vida laboral.

Este problema se debe manejar desde una triple perspectiva: individual, en equipo y en el ámbito de la organización-empresa.

En cualquier profesión y más en la de salud, es fundamental equilibrar áreas vitales, como la familia, amigos, aficiones, descanso y trabajo.

“Los compañeros de trabajo tienen un papel vital en la prevención del “burn out” en el diagnóstico precoz. Son los primeros en darse cuenta, antes que el interesado. Son  importantes fuentes de apoyo, aunque también pueden ser desencadenantes de una rápida evolución del burn out”, dijo.

Tip: Tener descansos durante el trabajo en áreas de relajación le ayudará a no ser víctima del síndrome de burn out

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